El sudor de sus cuerpos se juntaban y se hacían uno a la misma vez que ellos, sus cuerpos resbalosos por este mismo hacia una fricción los hacía sentir más excitación. Podían sentir como sus músculos se contarían más de una vez por los movimientos bruscos a la hora de tocar el cuerpo contrario.
El calor los rodeaba y la noche aún era joven dándoles tiempo para deshacerse de el, por mas que quisieran evitarlo y negarlo sus cuerpo se necesitaban, podrían jurar que morirían al sucumbir ante aquel mundo de mierda que los rodeaba, la única manera de olvidar era el deseó, el sexo duro, por que eso es lo que es sexo, sin sentimientos, sin amor, en su mundo no existía tal cosa.
Los dos encajaban a la perfección, sus cuerpos estaban precisamente adaptados para el otro, pero sólo sus cuerpos, ni sus sentimientos, ni su corazón encajaban, era como un rompecabezas que terminaba a la mitad de armado así quedando incompleto para volverse uno solo.
Los gemidos, los jadeos, los besos, las mordidas, los rasguños eran parte cotidiana de su deseó por el otro, cada uno soñaba con el cuerpo del otro, eran así de pervertidos y no les interesaba si sonaba sucio, ellos solo iban por sexo hasta quedar muertos dejándose después de aquellas incontables rondas de sexo.
Sus pieles chocar y el mismo chapoteo que emitían sus pieles era la mejor melodía para sus oídos. La mejor sensación era el de su vientre bajo contrayéndose a la hora de eyacular y cuando eso pasaba la habitación se llenaba de un total silencio – si no fuera por sus respiraciones - , no obstante ese silencio era prolongado, querían más y era claro que lo harían, el cansancio no era un obstáculo para ellos dos, valía más otra ronda que el descanso.
La mañana siguiente los dos despertaban, solos, ninguno con la compañía del otro, ninguno sabía con certeza cuando acabaron o a qué hora aunque podían asegurar que fue hace tiempo pues sus pieles ya no contaban con ese calor, de nueva cuenta sus pieles se hallaban frías.
Así era, mínimo por semana se solían recurrir cinco veces a la semana, sus trabajos los mantenían alejados de todo menos de sus cuerpo, todo era repetitivo hasta la noche que ellos mismo rompieron su regla. Esa noche fue la perdición para los dos, pues ahora los dos no buscaban su cuerpo sino sus miradas; se habían enamorado en un mundo donde lo último que había era amor.
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Espero que les haya gustado si es así dejen su ⭐ y comentarioMiren con este cap ya solo faltarían 7 caps para terminar, pero si ustedes quieren que le siga pues digan.
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oneshots Yaoi2.0(Viewfinder)
FanficOne-shots yaoi que se me ocurren, si es que le gusta lo hard, lo triste, lo feliz y lo gracioso leanme. Sino les gusta eviten leerla y ahorrarse sus comentarios malos. Si les gusta sean bienvenidos a leerla Segunda parte de oneshots yaoi(Viewfinder)