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San Valentin Parte 2

—¡Asami! —Los gritos del rubio alartaron al azabache que iba llegando a su hogar

Eran aproximadamente las cuatro de la madrugada y era extraño que el rubio siguiera despierto, esperaba que no fuera nada grave, por sus gritos solo pensaba en dos cosas: 1. Lo estaba maldiciendo por echar a la mierda sus planes 2. Estaba haciendo cosas impuras con su nombre - como quisiera que fuera eso-

Mientras más se acercaba a su habitación escuchaba más sonidos "extraños", se quedó mirando por la puerta, una escena exitante y gustosa le estaba brindando el rubio, un espectáculo que él solo podía apreciar. Quito su saco, chaleco y su corbata, su ereccion se hacía cada vez más notable, apretaba sus pantalones haciendo incómodo la fricción contra su ropa interior.

Akihito vestía un lindo conjunto de lencería color blanca, la cual dejaba babeando al azabache, su cintura se movía hacia delante y su mano alrededor de su pene iba desde la punta hasta la base, le tenía una pequeño obsequio a su amante por la festividad - aunque al yakuza no le gustara celebrar-, pero ya no era raro que le cancelara de un momento a otro.

—Umm... Asami —Y con el nombre de su pareja en los labios se pudo correr manchando su mano

—¿Me llamaste Aki? —Sintió un pequeño escalofrío pasar por su espalda al sentir el caliente aliento de su pareja —Si hubiera sabido que esto me esperaba hubiera mandado a la mierda a todos mis socios

Con lentitud recorría el cuerpo del rubio haciendo que se estremeciera un poco, se pego a él dejándole en claro que su amiguito de abajo ya estaba muy despierto y listo para la acción.

—¿Te hubiera mandado una foto?, puede que de esa manera pueda hacer que me prestes mas atención —Empezaba a restregar su trasero contra la ereccion del mayor

Se dio la media vuelta quedando cara a cara junto con su pareja, sus ojos desprendian deceo puro, los dos sabían que se necesitaban.

Asami pasó la vista a los carnosos labios del rubio los cuales estaban adornados con un lindo labial rojo -en algún momento al rubio le gustó usarlos y más cuando tenían sexo- y bueno él no era nadie para quejarse de aquello, pues lo hacía ver aún mejor, y más cuando el labial se esparcida por debajo de sus labios a la hora de besarse.

—¿Asami-Sama, no hará nada conmigo? —Aquello llevó una sonrisa juguetona y un tono inocente - todo lo contrario lo que decía su mirada-

—Dilo otra vez —Se había sorprendido de cómo lo había llamado

El rubio negó, mientras hacía un lindo puchero y se acostaba en la cama, dejando sus piernas abiertas, invitando al azabache a que comenzará con el juego. Y bueno el azabache no era muy resistente a tal invitación del rubio, era un hermoso pecado que gustoso lo cometería.

—Hare que lo digas de nuevo —Cargo al rubio por un momento hasta llevarlo a una esquina de esta dejándolo sobre sus piernas

Sin algún tipo de delicadeza tocaba los muslos del rubio dejando que una que otra vez dejara gemidos ahogados por sus fogosos besos. Se detuvo un momento para sacar algunas cosas de la mesita de noche; lubricante, unos pequeños vibradores y una especie de ligas - denominadas así por el rubio-. Lo bajó de su regazo dejándolo en el suelo, sacando su ereccion, su pareja sabía perfectamente lo que quería y bueno se lo daría.

Se puso sobre sus rodillas y tomó entre sus manos el pene del azabache, el cual ya estaba algo mojado por el líquido presiminal, se relambio los labios y lo llevó a su boca metiendo hasta su garganta el miembro de su contrario, escucho los roncos gemidos del azabache, los amaba tanto, pero este siempre se los limitaba, intento llevarlo más profundo a su garganta recibiendo más jadeos como respuesta. Se sorprendió un poco cuando el yakuza empezó a tocar su ereccion con uno de sus pies, haciendo que más lágrimas se acumularán sobre sus ojos.

—Levántate —La voz gruesa y llena de exitacion lo hizo hacer lo que le estaba mandando sin rechistar

Subió a la cama quedando sobre el azabache, y aquello que parecía una liga lo puso en su pene y el pequeño vibrador lo lleno de un poco de lubricante, para después pasarlo por sus pezones, haciéndolo gemir en alto el nombre de este, quería correrse pero no podía, esa tonta liga se lo estaba impidiendo, así que intento quitársela, pero antes de que eso sucediera su pareja cambió las poses dejando su pecho pegado a la cama y sus manos sobre su cabeza.

—No te correras hasta que esos hermosos labios me digan de nuevo así —Volvió a negar

Tras eso sintió el aliento caliente en su entrada, aunque algo estorbaba para que tuviera un contacto realmente, así que empujó un poco sus caderas hacia atrás dejando que el azabache soltara una risa de burla.

—Lo quiero, dámelo —Su voz salía un poco entre cortada

Asami sin decir más hizo alado la tanga del rubio y lo penetro sin previo aviso dejando que soltara un gemido gutural, mientras algunas lágrimas salian de sus ojos. El vaivén no fue lento, desde un principio fue rápido, dando certeramente en el punto que hacía mirar estrellas al rubio.

La cama pegaba a la pared en un momento donde aunque creyeran que no fuera posible, las estocadas aumentaron su velocidad, el sonido de las bolas del azabache pegando contra el trasero del rubio, ya rojo por todo el golpeteo y por algunas que otra nalgadas que el azabache le había dado.

—Asami-Sama déjeme correrme por favor —La sonrisa del yakuza era sin igual, una de victoria total

Quito la "liga" (no se como se llama así que le llamaremos liga, saben de que hablo de todos modos 😐😶) dejando que por fin llegara al grandioso orgasmo, manchando su abdomen y la mano del azabache. Con unas cuantas estocadas más Asami pudo venirse dejando lleno a su pareja.

—Creo que quedaste lleno —Decía mientras hacía unos pequeños movimientos haciendo que sonara el chapoteo

—No mas Asami —Estaba cansado y sentía que su pene ya no podría más

Pues antes de que este le dejara correrse lo puso en diversas poses y en cada una de ellas lo dejaba bastante lleno, y no dejaba que su semen fuera despreciado, metía cada gota y ahí lo dejaba.

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Que casi se quedan sin cap, tuve que salir con mi familia y pues quería escribir y mis padres estaban alado de mi, no podía, al menos de que quisiera morir. Toy chiquita aún (ni tanto, pero me creen un pan de Dios, no neta creen que no entiendo nada de este pex)

Espero les guste.