Capítulo 11: Me dejaste

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Pasado

Hace catorce años

La luz del sol comenzó a filtrarse entre sus ojos, siendo demasiado molesta como para seguir durmiendo. Por lo que poco a poco comenzó a despertar de su pequeña siesta.

Mala idea haberse quedado dormido en la tarde, pues ahora solo despertó más cansado de lo que estaba y sintiendo que esos pequeños minutos no fueron suficientes para descansar.

Lentamente empezó a reconocer su entorno, no era su habitación, estaba en una sala en una casa que no era la suya.

Cierto, había olvidado que estaba en casa de Lan Wangji y que ambos debían estudiar.

¿Dónde estaba Lan Wangji? Lo único que veía era libros y notas ordenados sobre la mesa.

—¿Lan Zhan? —Llamó con ese pequeño tono cantor.

Buscaba llamar la atención de alfa, donde sea que estuviera. Pero estaba demasiado cansado para levantarse y buscarlo.

—¡Lan Zhan! —Volvió a llamar, parecía un niño caprichoso pidiendo por un poco de atención.

Pero no había señal de su compañero.

—Lan Zhan, no quiero pararme del sofá... Ven.

Y casi como si sus súplicas fueran respondidas, el alfa entró a la habitación. Con una pequeña bandeja de bocadillos y dos tazas de té.

—Pensé que tendrías hambre después de despertar. —Agregó Lan Wangji, mientras dejaba la bandeja de comida sobre la mesa, a un lado de los apuntes y libros.

—Que bien me conoces Lan Zhan. —Y dicho eso, se bajó del sofá para sentarse en el suelo, frente a la bandeja de bocadillos.

Lan Wangji hizo lo mismo y tomó asiento en frente, donde había dejado los libros de estudio.

Era un hábito que había adquirido. Wei Wuxian se quedaría dormido en el sofá, con la excusa de que estaba tan cansado para estudiar y que necesitaba descansar para tener energía. Sólo para despertar con hambre y quejarse que no podía estudiar con el estómago vacío.

Y Lan Wangji lo conocía tan bien, incluso sabía el tiempo en que se quedaba dormido.

A Wei Wuxian le gustaba eso, despertarse para encontrarse con la comida que su compañero preparó, tal y como le gustaba, agregando un toque picante.

—Lan Zhan... Gracias.

Wei Wuxian sonrió, haciendo que Lan Wangji dibujara un tierno sonrojo en sus mejillas.

—Lan Zhan, ¿estás rojo?

No hubo respuesta por Lan Wangji, dejó de mirar y sus ojos estaban centrados en sus estudios. Esto sólo causó que Wei Wuxian se riera y quedará curioso ante esa reacción.

Dispuesto a saber hasta donde llegaría Lan Wangji, fue que se acercó. Estando sentado a lado de él.

—Lan Zhan... Me gustas.

Lan Wangji lo observó sorprendido. Sus mejillas estaban demasiado rojas que era imposible ocultar. Wei Wuxian sólo sonrió, mientras su mano estiró para acariciar una de esas mejillas sonrojadas.

—Wei Ying, también me gustas.

Pero antes de que pudieran decir algo más y sellar esa confesión. Alguien entró a interrumpir su momento.

Lan Qiren, el tío de Lan Wangji había entrado a la sala de la casa.

Fue entonces que sus emociones se apagaron, siendo cambiada por la vergüenza.

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