Capítulo 2-Un nuevo paso en nuestras vidas

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POV Edward

Después de quince días viviendo en nuestro nuevo hogar podríamos decir que estábamos ya todos adaptados al nuevo ambiente; nuestro almuerzo familiar, realizado una semana tras nuestro traslado, fue todo un éxito, mucha comida, una parrillada en nuestro espacioso patio trasero, Maddie y Ethan correteando por todo el lugar, mientras jugaban a la pelota. También tuvimos una sorpresa muy agradable este día, mi suegro finalmente asumió su relación con mi secretaria, llegó de la mano de la señora Coppe, ambos muy sonrientes.

— Ah, por fin... — dijo Bella al verlos.

— Hija, hay que ir despacito, estábamos conociéndonos todavía, la gente de nuestra edad es más quisquillosa y llena de manías, hay que saber si podíamos suportarnos — le contestó Amelia, causando una crisis de risa colectiva.

En cierto momento vi a Charlie hablando con Bella, estaban algo apartados de los demás, mi esposa asintió a algo que él le había dicho y luego le sonrió y lo abrazó, aquella noche cuando nos acurrucamos en nuestra cama le pregunté sobre la escena que había visto.

— Papá quería saber si estaba bien para mí que él estuviera en una relación con alguien que está directamente conectada a nuestra vida, ya que Amelia trabaja para ti — me contó ella.

— ¿Qué le dijiste?

— Pues, que me daba igual si ella trabaja para ti o no, lo importante es que se trata de una buena persona y lo hace feliz, eso es lo suficiente para mí.

— Estoy de acuerdo contigo — dije apretando mi abrazo alrededor de su cuerpo, dejando un beso sobre su cabello.

El tiempo siguió volando, marzo llegó en un parpadeo y de pronto nos encontramos preparando el segundo cumpleaños de Maddie. Era primavera y el clima empezaba a calentarse un poco, y había uno que otro día de sol, aprovechando el buen tiempo Rosalie y Emmett decidieron escaparse en un final de semana de pareja, Ethan se quedó con nosotros, por suerte Bella estaba en sus dobles días libres del hospital, mientras yo tan sólo jugaba con los niños, ella se encargaba de la comida, de los preparativos para la fiesta de Maddie que sería en la próxima semana y de dar atención a ambos niños, no sé cómo hacen las mujeres para hacer varias cosas a la vez, es una habilidad digna de envidia.

A la hora del crepúsculo decidimos hacer una tienda de campaña con los niños en el patio trasero, yo monté la tienda utilizando una sábana y un colchón sobre el suelo y varios almohadones. Aprovechando dos árboles de nuestro patio, prendí una cuerda de tender entre ellos y colgué la sábana, tras asegurarme que la pieza estaba dividida al medio por la cuerda, puse las pinzas de ropas; en cada una de las cuatro extremidades de la tela le puse una piedra para que la tienda ganara su formato.

— ¡Tío Eddie! — Gritó Ethan saliendo por la puerta trasera, ya vestido con su pijama azul del Spiderman y unas pantuflas rojas con el mismo motivo. Sus hermosos ojos azules se agrandaron cuando observó la estructura que yo había montado. — ¿Vamos a jugar ahí? — Me preguntó ansioso.

— Sí, campeón, vamos a jugar aquí — le confirmé, desarreglando su pelo con mi mano.

— Papi — me llamó Maddie, erguí mi mirada y allí estaba mi niña, bajando con cuidado los tres escalones de la puerta trasera, ella vestía un pantalón de pijama lila, una camisa blanca en el centro de su torso, siendo el cuello de ésta y sus mangas largas en el mismo tono de lila que el del pantalón; en el centro blanco de la camisa había un dibujo de la Doctora juguetes, abrazando a un peluche de oveja; en sus piececitos unas pequeñas pantuflas con dibujos de flores de vivos colores. En sus manos ella traía un pequeño bote que ella sostenía firmemente, Bella venía luego tras ella, cuidando para que no se resbalara, pero dejándola intentar por sí sola.

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