Capítulo 16-Momentos especiales

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POV Edward

Después de la escena de celos protagonizada por mi esposa e hija, lo que sin duda me divirtió, pero jamás le confesaría a Bella, tuvimos un final de semana tranquilo en Seattle, sin embargo como el mundo es mismo un pañuelo, tuvimos noticias del desagradable ex novio de mi esposa. Era domingo por la mañana y decidimos desayunar en una cafetería cerca de mi apartamento, allí, mientras sentados disfrutábamos de nuestro desayuno, fuimos interrumpidos por una colega de Bella, del tiempo en que ella trabaja en el hospital de Seattle.

— Isabella Swan, no puedo creer — dijo una voz visiblemente asombrada, plantándose justo delante de nuestra mesa, mi esposa irguió el rostro del su trozo de tarta de manzana que ella degustaba con placer y miró a la pequeña chica rubia, casi pelirroja, de ojos verdes que se había detenido a hablarle.

— Hola, Lauren, que gusto verte.

— El gusto es mío — contestó muy animada la mujer — y verte tan bien acompañada es lo mejor — añadió mirándome y luego a Maddie.

— Este es mi esposo, Edward, mi hija, Madeleine, y esta es Samantha, nuestra segunda hija — le explicó mi esposa con orgullo, mientras acariciaba su hermoso vientre redondo, fui imposible no sonreír al verla hablar así de nosotros, así que la miré como el tonto enamorado que era, lo que hizo ganarme un halago de la mujer delante de nosotros.

— Esta vez encontraste a tu chico — suspiró la pelirroja, sacándome de mi estado embobado.

— Sí lo encontré — le confirmó Bella, mirándome con una hermosa sonrisa.

— Después de todo lo que te sucedió, te lo merecías, el destino nos juega sus malas pasadas, pero al final es justo — observó la mujer. — Demetri tuvo su merecido por haber actuado tan mal contigo — añadió con ojos brillantes de un divertimiento casi que perverso —, hace un mes una mujer lo demandó, se fue al juez solicitar un examen de ADN, tiene un hijo de seis meses que es de él, por lo que comprendí se trata de una buscavidas con quien él se involucró por algunos pocos meses, la mujer cuando se embarazó se lo ocultó y ahora vuelve para solicitar todos los derechos del niño, se ganará una gorda manutención, el resultado por supuesto dio positivo, este tipo de mujer sabe lo que hace, ahora ellos están peleando sobre el valor a ser acordado para la manutención, sólo tengo lástima por el bebé que está siendo utilizado por una madre inescrupulosa y Demetri no desea ningún tipo de contacto con la inocente criatura.

— Típico de Demetri — suspiró Bella —, pobre bebé, ojalá su madre pese a todo no lo vea tan sólo como una manera de ganar dinero — razonó y por el bien del niño yo también esperaba que la madre amara a su hijo.

Bella cambió de asunto preguntando por la vida de su antigua colega de trabajo, quien seguía trabajando en el mismo hospital donde mi esposa trabajó, hablamos durante un rato y luego la mujer se despidió. Seguimos disfrutando de nuestro desayuno, el nombre de Demetri no volvió a salir a colación, era alguien sin importancia para nosotros, pero yo no podría dejar de observar las vueltas de la vida, él hizo todo un infierno a la vida de Bella porque ella salió embarazada de una relación de años de convivencia y que por su impulsividad los llevó a sufrir el accidente que causó la pérdida del bebé y hoy el destino le hace depararse con una mujer que hace todo a sus espaldas y le sorprende con un hijo y con una obligación, que será al menos financiera durante 18 años, el destino gira.

x-x-x-x-x

— Hogar, dulce hogar — suspiró Bella, cuando tras algo más de tres horas de viaje adentramos en nuestra casa, los días en Seattle habían sido buenos, salimos de nuestra rutina, pero estaba de acuerdo con ella, nada cómo estar en nuestra propia casa, volver a nuestro puerto seguro.

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