𝐄𝐥 𝐬𝐞ñ𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐚𝐫𝐞𝐬 _ 𝐘𝐢𝐳𝐡𝐚𝐧

4. Heredero Perdido.

El viento golpeaba en su cara, estaba sentado justo a un lado de la borda, disfrutando del bonito paisaje que daban las aguas saladas.

Había pasado un par de días, aún no se acostumbraba del todo, pero ya podía soportar al hombre irritante.

Se había detenido no hace mucho en un pequeño puerto, donde Lang Hai permitió que todos los prisioneros dejaran el barco, excepto uno de ellos.

Había jurado lealtad absoluta a ese pirata. ¿La razón?, tenía un nombre, un apellido y un carácter dulce, si, hablamos del mismísimo Song JiYang.

Ese joven había perseguido a su sirviente todo el tiempo después de que se le permitió quedarse en el barco.

— Joven amo... No debería estar tan solo aquí.

— ¿Ese chico no te deja?

— Así es... Me asusta. Cuando tú estabas inconsciente en la Mazmorra me dijo que nos iban a comer... Realmente aterrador.

— No te preocupes tanto A-Yang, todo estará bien. ¿Por qué no tratas de acercarte a otra persona que pueda ahuyentarlo... Como el joven Liu...

Al momento en que Xiao Zhan nombró a ese chico de apariencia seria pero terriblemente sensual, Song Jiyang se sonrojó.

— Joven...

— ¿Quién necesita de mi ayuda? — hablando del rey de Roma y el guapo que se asoma.

— Oh... Joven Liu. Tenemos un pequeño percance...

— ¡Si!, ¡Si!, queremos escuchar una historia... Estamos aburridos — el sirviente interrumpió a su amo.

— Una historia... Vaya pues... No sé de ninguna — se rasco la cabeza con nervios.

— Podrías contarnos una aventura.

Liu Haikuan, miembro de la tripulación del barco calavera dorada, miró a su capitán, quien manejaba el timón del barco.

— Bueno pues... Es una historia bastante catastrófica, diría yo...

Hace muchos años, en el antiguo imperio de uno de los países del oriente. Vivió un emperador, que gobernaba la vasta tierra con justicia y honor.

Su pueblo, admiraba su buena organización, estaban satisfechos con un forma de gobernar y manejar los asuntos gubernamentales.

Dicho emperador, tenía treinta concubinas y una esposa, la emperatriz. Cuatro de sus concubinas le dieron a luz hijos varones y la emperatriz también dio a luz un fuerte varón, el único heredero al trono.

Las concubinas hacían de todo para que sus hijos cobrarán el favor del emperador, pero sus ojos del rey estaban únicamente en su hijo más joven, Wang YiBo.

El emperador Wang amaba tanto a su hijo que lo procuraba más que a nadie.

Cuando él pequeño príncipe cumplió cuatro años de edad, se levantó una fuerte rebelión en la ciudad imperial.

Acusaban al emperador Wang por ser un tirano y no prestar suficiente atención a todos sus hijos por igual. El ejército hizo todo lo posible por suprimir esa rebelión, lograndolo con éxito.

Algunos mese más tarde, el rey cayó enfermo de gravedad.

— ¡Padre! — llamó el príncipe heredero.

— Mi... Mi hijo — habló con dificultad — No llores... No... No tienes por qué llorar...

— Papi...

— Este rey estará bien pronto...

— ¿Me lo prometes?

— Claro...

Su voz era suave y llena de cansancio. Después de esa pequeña, pero significativa charla, nunca más volvió a ver a su amado padre.

La repentina muerte del emperador Wang, causó grandes alborotos, tanto en la corte como en la ciudad y sus alrededores.

Los que tomaron el lugar del emperador se empeñaron en acabar con la antigua familia real, la familia Wang.

Algunos fueron asesinados, como su madre. Otros más fueron vendidos como esclavos a los occidentales, como el caso de Wang YiBo.

Los hombres fieles del ejército, que aún mantenían la fidelidad a su antiguo emperador también sufrieron esos mismos finales.

En el barco de mercancía en el que iba, transportaban un poco de pólvora, por lo que escapar conllevaría arriesgar todo par ganar todo o no ganar nada.

Cómo la mayoría de los soldados habían sido vendidos como esclavos, y teniendo a su príncipe junto a ellos, pensaban un buen plan para liberarse.

Sin pensarlo dos veces, el príncipe heredero tomó la delantera.

— ¡No podemos quedarnos aquí!, ¡Somos honorables y no podemos ser vendidos como esclavos!

— Su majestad...

— ¡No soy mas el príncipe heredero!, tenemos que salir de aquí... O moriremos...

Con eficacia, reunió a unos pocos hijos de los soldados, conduciendolos a la bodega de carga, incendiando todo el barco y sólo así pudieron salvarse de la esclavitud.

Pasaron los años. Todos los sobrevivientes se habían asentado en una isla apartada del mundo. Era un pequeño paraíso en medio de la nada.

Renunció a su lugar como parte de la realeza, prometiendo nunca regresar a luchar por ese lugar. En cambio se concentró en ser mejor en la navegación marítima y junto a esos niños, hijos de Generales y soldados, creció.

Eran los únicos que podían salir al mundo exterior, asaltando los barcos de mercancías para llevar la comida a sus familias y dándoles liberación a los esclavos cautivos en esos barcos.

El mundo los repudia, y ellos al mundo.

Un príncipe se había convertido en un saqueador de barcos mercantes, en un sucio pirata. Una persona sin clase y sin modales.

Liu Haikuan miró una vez más a su capitán. — Esa es la historia...

Xiao Zhan estaba boquiabierto — ¿Ese hombre es un príncipe?

— Si... Yo soy hijo del general del ejército... Nuestra vida no es tan mala después de todo.

— Si no hacen daño a las personas ¿Por qué asaltaron nuestro barco?

— La verdad es que nos quedamos sin víveres tanto para nosotros como para nuestra gente, y aunque la comida estaba casi perdida por culpa del agua, aún es comestible.

— Oh... ¿Podrían regresarme a Europa?

— Me temo que eso no es posible ahora. El gobierno europeo no nos quiere en absoluto y nos buscan en todos lados, así que el capitán no se atreverá a ser tan descuidado.

— YiBo es tan arrogante...

— Lo es la mayoría del tiempo. Pero gracias a su buena dedicación... Siempre tenemos que comer.

***

Había naufragado todos esos días y por fin había llegado una vez más al puerto del país Europeo. Corrió a la casa del Duque.

— ¡¡Señor Duque!!, ¡Señor Xiao!

— ¿Capitán?, ¿Qué...?

— Si hijo a sido tomado por unos sucios piratas.

— ¿¡Qué!? — todos los presentes se pusieron de pie al instante.

Listoooooo!!!

Espero les guste.
¿Por qué casi ya no comentan?
Esta venerable se siente triste por eso....

Cap dedicado a @MarisolGutierrez236 gracias por ayudarme...

PRÓXIMAMENTE...