Capitulo 37: «¡Que viva la futura reina!»

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Catalina.

—¿Que?—inquirí dando un pequeño brinco en el sofá —. No te estoy entendiendo Eric, ¿Que quieres decir con que Eithan no tiene sangre de príncipe?

¿A que se refería con eso? Eithan es un príncipe, de eso no tengo duda alguna.

—Eithan no es hijo biológico de Arturo—declaró —. Él es adoptado.

Mis párpados se elevaron al mismo tiempo que mis labios se abrieron con asombro, mi mandíbula podría rozar el suelo si no estaría sujetada a mi cara.

—¿Co cómo que es adoptado?—tartamudee luego de unos segundos en silencio, procesando lo que había mencionado —. El rey Arturo se casó con una princesa y tuvieron un hijo ¿o no?

—El rey se casó pero lamentablemente la reina nunca pudo darle una descendencia de sangre real, por lo cual decidieron adoptar a un niño, lo hicieron a escondidas ya que el pueblo no podía enterarse del suceso— informó, luego pareció recordar algo puesto que desvió sus ojos a un lado —. Tú tomaste el expediente de Eithan ¿Cierto? — regresó su mirada hacia mi, me sentí un tanto avergonzada al recordar lo que había hecho, me limité a asentir con la cabeza —. ¿Leíste el archivo completo Catalina?

Me pregunto con seriedad.

—No—negué —. Solo vi unas imágenes que parecían sacadas de una película de terror— hice un gesto de desagrado al recordar las sangrientas fotos, de inmediato se me escarapelo el cuerpo —. Y un documento que estaba en alemán, el cual no pude descifrar.

El general asintió lentamente en señal de entendimiento.

—Al principio creí que el muchacho tenía conocimiento de dónde provenía y que era cómplice de su padre, es por eso que le pedí a Charlotte que tomara el expediente para sacarme de dudas—expresó sereno.

—¿Charlotte lo tomo por orden tuya?—pregunte ceñuda, ¿cómo era que ambos se conocían? —. ¿Pero porque?

Eric le dio una mirada a la rubia, ella hizo un gesto con la cabeza, como un asentamiento junto a una suave sonrisa.

—Charlotte es mi hija biológica, lamentablemente cuando el rey me exilio del reino no pude llevarme a mi pequeña, ya que una vida fuera de las comodidades que ella conocía, era algo que no quería que pasara, es por eso que la tuve que dejar a cargo de unos parientes míos—nos hizo saber, la manera en cómo se expresaba de Charlotte era bastante dulce.

—Aguarda—interrumpió Kayla con el ceño fruncido —. Si Charlotte es una princesa y sus parientes también lo son, eso quiere decir que usted...—levantó la mirada hacia Eric.

—Así es, yo también soy un príncipe—concluyó el general —. Pero decidí entrar al ejército, porque es lo que realmente quería, no era mi deseo convertirme en rey, además yo no era el primogénito de mi padre por tanto no hubo mucha relevancia; pero si, soy un príncipe—elevó las comisuras de sus labios hacia arriba formando una leve sonrisa. Era la primera vez que lo veía sonreír.

Esto también era una sorpresa para mi, Charlotte, hija del general Eric, el mejor amigo de mi padre. Eso si no me lo esperaba, aunque si los observas bien, tienen un cierto parecido; ambos tienen el cabello rubio, la estatura sobresale en ellos, aunque lo ojos del general son de un color miel y de la rubia son de un verde olivo.

Una princesa en zapatillas ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora