Cuando Ross Lynch abrió la puerta no pudo evitar fijarse en los increíbles ojos, la sensual boca, y el maravilloso cuerpo de su visitante. Tampoco pudo evitar ver... ¡Que esta loca! Su nueva vecina, Laura Marano, una excitante castaña, lo acusaba de destrozar a su amiga, y juraba que se le acabarían los ligues. ¡Ella misma los espantarían! A ver quién se quemaría primero ******** - ADAPTADA