Xiao Zhan no está bien, no después de sus quince cumpleaños. Cada año, cada mes, cada hora, minuto y segundo, se vuelven más monótonos, el Xiao se vuelve una marioneta vacía. Pero nunca pensó que un Wang pondría su vida patas arriba. Y un Wang, nunca pensó que un chico tan frágil le haría sentir tantas cosas.