La enfermera Anahí Puente no confiaba en los hombres. Así que no se sintió impresionada cuando Alfonso Herrera, el nuevo cirujano, llegó al hospital y comenzó a seducir a todas las mujeres, jóvenes o viejas. Aquella actitud la sacaba de quicio, pero estaba más enfadada consigo misma por sentirse halagada. No podía negar el intenso deseo que ambos sentían, pero sabía que nunca podría confiar en él... [Es una historia ADAPTADA. Todos los derechos reservados a su autora al igual que la portada]