Atrévete a Quererme

Capítulo 10

La primera prueba para Anahí no se hizo esperar. A la mañana siguiente, Alfonso estaba examinando la pierna de Debbie Wright, y ésta le explicaba que había trabajado como modelo de medias antes del accidente.

Alfonso miró otra la pierna, esbozó una sonrisa y le dijo que sería una pérdida para todos que no siguiera haciéndolo, y que tendría que ser modelo de calcetines.

Anahí sorprendida, vio cómo Debbie reía a carcajadas hasta llorar. Alfonso le dio un golpecito cariñoso en el hombro y se fue, sin notar la reacción de Anahí.

A continuación, la esperó, para ir a visitar al siguiente paciente, y la miró fijamente.

—¿Qué pasa?

—¿No te parece conocido?

—No creo. Ella se siente insegura por su físico, y está tratando de tomárselo con valentía y filosofía. Ella ha sido la que ha empezado el tema, después de todo, y yo sólo he hecho una broma para animarla. ¿Te parece mal? ¿O es que estás celosa?

—No, claro que no —mintió.

—Confía en mí, cariño. No tengo fantasías con sus piernas.

Anahí se sonrojó y Alfonso esbozó una sonrisa y continuó caminando.

Al día siguiente Alfonso estaba hablando con un doctor... o eso parecía. A los pocos minutos, se oyó una voz femenina. —Claro que podemos ir juntos, así ahorramos gasolina y el viaje es más divertido. Podemos incluso hacer alguna parada...

Anahí abrió los ojos de par en par y se volvió a Alfonso.

—¿Puedes comprar pan esta tarde, antes de ir a casa, cariño? —dijo con dulzura, dejando a los dos mirándose de hito en hito.

Alfonso la vio en el pasillo unos minutos después.

—¿Fue una invitación o un intento de deshacerte de una competidora?

—¿Qué crees tú?

—Yo podría haberme defendido solo, lo sabes. ¿O es que sigues sin confiar en mí?

—No quería arriesgarme. Además, es una devora hombres.

—Mmmm —respondió pensativamente—. Escucha, les he dicho a mis padres que vendrás conmigo a la boda. No sé qué te parece, pero me gustaría que vinieras. Les había hablado de ti y no quiero arruinarles la boda diciéndoles que todo se ha acabado.

—¿Cuándo es?

—El sábado.

—Creo que este sábado trabajo.

—Mary lo ha cambiado.