Hay un dicho popular que dice: "Mientras miras a otra mujer, alguien acecha a la tuya". Eso nunca lo pensó Malcolm. Un hombre cansado de estar cada noche con la misma mujer. Cuando recibió un ascenso en su empleo, también ascendió su popularidad entre las mujeres, pero tener una esposa ama de casa le estropeaba sus planes extramaritales. Así que se creyó inteligente al pedirle a su mejor amigo que le diera a su esposa el puesto de secretaria que tanto estaba buscando. Y también encomendó a su primo para echarle un vistazo a Bárbara cuando él no estuviera en casa. Sin esperar, que mientras él le negaba la atención a su mujer , los hombres en los que más confiaba... La recompensaban. Creando así, un deseo inmoral.