𝑯𝒂𝒚 𝒂𝒍𝒈𝒐 𝒎𝒂𝒍𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒏𝒊𝒏̃𝒐𝒔. Cuando Tom se mudó a casa de Jörg obligado por su madre, el conflicto se tornó aún más violento para los gemelos y el rencor afloró, aunque no lo hizo de la misma manera en ambos. Mientras Bill liberaba el dolor del duelo contra sí mismo, Tom proyectaba sus emociones con sadismo hacia sus nuevos seres queridos, concretamente; hacia aquellas novias que iban y venían, que poco le duraban. Aquellas que huían. Separar a los gemelos quizá no fue la mejor decisión.