Se dice que los omegas y alfas no pueden convivir justamente. Lo que unos tienen seguro, otros no lo tienen tanto; como por ejemplo Horacio, un omega orgulloso un tanto problemático al que le encanta experimentar y sacar de sus casillas tanto a su padre como a su hermano mayor, haciendo cosas que no debería. El padre de Horacio, Andrés Pérez, era el superintendente de la comisaria De los Santos, pero por una emergencia del Estado, se tuvo que marchar y preguntó a su hijo mayor, Gustabo, el que ya era Comisario que si quería quedarse al mando de la Comisaria. Cuando Horacio la lía en el campamento de los Omegas, su padre decide que lo mejor es llevarlo a la comisaria para que "espabile" de una vez y así sepa comportarse. Lo que él no sabía es que iba a juntar a su hijo con su alfa destinado. Pero nadie se puede acercar al protegido. Viktor Volkov, el Comisario correcto que haría cualquier cosa por mantener su trabajo y su orgullo... no obstante, esto se complicara cuando ve al joven Horacio Pérez.