Cáncer... el diagnóstico al que más le tememos. Y para ella, el peor sufrimiento que ha vivido en su vida. Al ser diagnosticada a los 12 años de edad todo empezó a cambiar. El dolor físico y mental va destruyéndola poco a poco. Cada día es más difícil, pero ella trata de disfrutar cada momento que le queda con las personas que más ama y aprecia. Quienes la apoyaron en todo, desde que fue diagnosticada hasta ahora, sus padres y su novio; ella odiaba que vieran cómo su sonrisa se iba borrando y el brillo de sus ojos se volvía opaco. El pensamiento recurrente de que pronto "sería polvo e iba a desvanecerse en el aire y no iba a existir nunca más". Los recuerdos son lo que la mantendrían presente alrededor de su familia.