"La sala de Menesteres"

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— Vaya. Por fin — Festejaron todos.

Nadie vio el bufido mal disimulado de Cassidy.

Puedo decir que odiaba que me despertaran, y más cuando lo hacia Atenea, amaba a mi lechuza, de verdad. ¡Pero ella no dejaba dormir!

— Era para que hicieras deberés — Dijo Atenea.

— Eso no quita que no deje dormir. — Se quejo la hija de Poseidón.

Y con lo que había estado pasando, yo creo que me merecía dormir más. Me levante y baje casi rendida a la sala común y vi a Matt. Me le quede viendo, porque trataba de averiguar si estaba dormida o de verdad el estaba ahí.

Cassidy le dio un golpe a Matt y una patata a Albus al ver sus carcajadas.

— Son tan malos.

— ¿Me seguirás viendo así, Alga marina?

No, definitivamente era el mismo Matt. Si fuera el de mis sueños me encajaría un cuchillo en la cara o tal vez me enterraría viva... Eso seria algo turbio. Pero yo no lo descartaba.

— Loca — Dijeron la mayoría. Cassidy se encogio de hombros.

— Ah, si. Lo siento, lechuza muerta.

— Cada vez te pones más creativa. — Dijo desdeñoso. Le sonreí con inocencia. — ¿Lista para irnos? Albus ya nos espera.

Si alguien recuerda que iba a ser... Le felicito, tiene mejor memoria que yo. Repase las conversaciones que he tenido con Matt en los últimos días.

— ¿Es lo que te dijo ayer? — Preguntaron ansiosos.

Cassidy asintió simplemente. Matt negaba con resignación.

— No lo recuerdas. ¿Verdad?

— No — Admití con vergüenza. Matt tenia cara de querer matarme. Yo tambien me mataría, aunque no sería necesario si ya voy a morir.

— Solo ven, Cassidy. — Dijo fastidiado.

Me pregunto si así era antes de conocerme... Seguro acabe con su paciencia, si es que alguna vez tuvo. Quise disculparme por no recordar que saldría con él a alguna parte. Pero reprimí eso.  Solo le seguí en silencio.

Varios le miraron con pena, ella solo miro al frente.

Albus también nos esperaba recargado en la pared de la entrada de la sala común. Me miro, en forma de saludo, Menee la mano, pero seguí con las mejillas rojas de vergüenza y la mirada baja. De verdad que no podía ser más idiota.

— Cassidy... — Suspira Matt. La chica de cabellos negros lo miro en disculpa.

Los demás rascaron sus cuello, incómodos.

Los seguí sin prestar muy bien a donde íbamos, ellos hablaban de tarea, tarea que yo ya había hecho y puesto con cuidado en carpetas, para no perderlas. En algún punto sentí que pasábamos por donde mismo tres veces.

— ¿En serio ahí te llevo Matt? — Reprochó Afrodita.

Ellos asintieron.

— Que fiasco, pensé que la llevarías a una cita.

"Eso pensamos todos" suspiraron con resignación.

— ¿Puedes prestarnos atención? — Hablo Albus, algo molesto, seguro ya me había hablado unas veces antes o tal vez no, porque Matt no se veía molesto, así que ignore la cara de Albus y presté atención.

— Bienvenida a la sala que viene y va. O mejor dicho, la sala de los menesteres.

Solte un jadeo, mientras Albus entraba con toda confianza, el lugar estaba lleno de cosas, muebles, libros, estantes, joyas, armas... Y más, mi vista paso por cada lugar que pudo. Aquí estaba el tridente. Faltaban tres días para Navidad y no lo negaría, me había sabido mal dejar a Mamá sola, me concentré de nuevo, empezando a caminar.

Los demás asintieron. Ya era tiempo de buscar.

La mano de Matt tomo la mía y tiro de ella, choque con él y le mire.

— ¿Que? — Recrimine

— Podemos dejarlo para mañana, Cas...

—No — Corte de manera brusca. — Ya tardamos demasiado. 4 meses, eso es lo que hemos tardado, ustedes pueden dejarlo para mañana, pero si tengo la oportunidad de encontrarlo lo haré.

— Eso es cierto, mi tridente — Adeline le dio un golpe a Poseidón.

— Bruto, mi hija necesita un descanso, los chicos también.

Y si, ellos después de un par de horas se fueron, yo me quede toda la noche y fui a descansar por la mañana.

Sin. Ningún. Resultado.

Cuando mínimo, ya sabíamos donde estaba.

— Cuando menos — Susurraron todos

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¡Feliz navidad!

Bueno, noche buena. Pero no importa. ¡Feliz noche buena alias navidad!
Espero y se la pasen genial y les allá gustado.

(Ya se que querían cita de Matt y Cassidy, pero... Tienen 12 y me pareció algo turbio)

Pero espero y les allá gustado. Gracias por leer y esperar tanto. Y... Estoy emocionada porque la han leído más de cuatro mil personas y eso para mí es mucho.

Que tengan una buena navidad, señores y señoras.

Coman muchos tamales y (de nuevo) ¡Feliz navidad desde México!

¿De dónde son ustedes?

Con amor, Alicia.

Cassidy Riddle y el tridente perdido (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora