Cassidy Riddle y el tridente perdido (Pausa)

"Buscar.... De nuevo"

— Que inútil. — Murmuró Ares

La hija de Poseídon solo le mostró el dedo medio.

Un nuevo día para buscar. ¿Debería estar entusiasta?

Yo creo que no, ya sería navidad, con ello. Deberían quedarse para poder seguir buscando.

Miradas preocupadas.

Tenía una opresión constante por la duda.

¿Y si no lo logramos?

No, Cassidy. No empieces, una vez que empiezas, ya no terminas.

— Confirmo.

Pase mis manos por mis brazos con fuerza, dándome el calor que ni siquiera tenía.

— Hey...

Alcé la vista y si, era Matt.

Me pregunté si ya no me odiaba, pero la verdad es que yo sí me odiaría.

— No te odiaba, Cass...

— A mi me lo parecía

A veces me preguntó si Matt y yo eramos un cliché. Uno que seguía a Annabeth y Percy.

Era estupido, pero piénsalo así.

¿Poseídon y Atenea? Cumplido.

¿Personalidades opuestas? Cumplido.

¿Continúo?

Los demás se vieron, obviamente habían notado eso, pero...

Pero pues no es algo que pienses siempre. ¿O si?

Sea quien sea que escribió esto, debe de estar ríendose porque posiblemente no conocía otra pareja cuando me creo.

Eso es posible y no lo descarto, pero por mi bien mental dejaré de divagar.

— ¿Cass?

Me sonroje, avergonzada, seguramente había dejado a Matt hablando solo.

Y luego me preguntaba si el me odia.

Le sonríe, pretendiendo qué le escuché.

— ¿Entonces que dices? ¿Si?

Matt le miraba con diversión.

— ¿Que me habías dicho?

Matt se inclino y se lo dijo, los demás... Los demás solo querían saber que le había dicho Matt.

— Odio el misterio — se quejo Albus.

Frunció los labios, yo me encogí de hombros porque no sabía de qué diablos hablaba.

Así que recurrí a lo primero que pensé

— Estoy ocupada con esto de la misión, no sé.

Teníamos 12 años. ¿Que tanto afectaba un rechazo a esta edad?

Al parecer mucho, porque el se giro y salió de la biblioteca.

Yo sabía que pasaba, pero distracciones en este momento no eran buenas.

Y si, por favor. Tengo 12, bueno 11, pero casi, en fin.

No puedo con esto, no se cómo lidiar conmigo. Y no es que pueda prometer que mis sentimientos no cambiarán mañana.

Talle mi cara, en señal de cansancio.

— Ay, Cassidy.

— ¡Te amo, mamá! — exclamó con la voz infantil.

Adeline solo nego y miro a Poseídon.

— Es tu culpa.

El dios le miro ofendido.

— ¿Y porque mia?

Ella solo le miro

— Tú. Culpa.

Horas después, me encaminaba a buscar el tridente.

De nuevo.

Iba por delante de Albus y Matt. Mis manos reposaban en mis bolsillos y mi vista se dividía entre el bosque y mirar de reojo a Matt.

Quién tenía una expresión fría y si, me peso verla.

¿Pero que podía hacer?

Decirle que supuse porque no lo escuché...

No quiero acabar muerta, gracias.

Suspire tallando mis pies por el suelo.

— Vas a raspar tus zapatos, Cassidy.

— Nunca me hace caso — Suspira Albus, ya resignado

La chica solo sonrío.

Mire a Albus con una pequeña sonrisa, pero seguí arrastrando los pues.

Estaba cansada.

Las pesadillas seguían, para mí desgracia.

No paraban de gritar que yo moriría.

Y no sé si estaba lista para morir.

— Nadie lo está, Cassidy — Dijo Matt acariciando su cabello.

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Corto, lo sé. Pero... Algo es algo.
No me maten, que yo los amo.

Pregunta: ¿Que creen que Matt le pregunto a Cassidy?

No sé ustedes, pero la cuarentena acabo con mis neuronas.