— ¿Enserio? No tienes un título bueno.
— Perdóname Papá, pero si lo ves de este modo es tu culpa.
— Gracias, Percy
Percy le sonrió con burla a su padre y Cassidy se estiró para darle un golpe.
Mire indesisa a Matt, ya íbamos a partir, la gente no nos miraba raro, Matt iba vestido con uno vaqueros, zapatillas blancas y una camiseta blanca. Albus estaba vestido de igual manera.
— Somos geniales.
— Y guapos— Murmuró Afrodita mientras Cassidy gruñía. Ya tenía demasiados problemas para que venga aquella diosa y lo quiera de nuevo.
Yo, por otra parte estaba con unos shorts y la camisa del campamento, de hecho la estaba estrenando.
— Lista— pregunto Albus, negué.
— ¿Y si me pulveriza?
— Caeremos al agua y tú nos salvarás— dijo Matt.
— Matt eres un asco calmando gente.
— ¿ Y por que no lo dijiste antes?
— Me veías con cara de poder protestar.
Atenea gruño y Poseidón bufó.
— Pudrete.
— Pasajeros con destino a Londres, favor de abordar el avión número 13.
— Trece, ven el número de la mala suerte— señale, nos chicos se rieron y me arrastraron al avión.
— Me caes bien pringada— dijo Ares, Albus y Matt rieron al ver la expresión de Cassidy.
Para mí desgracia de tocó hasta atrás y a los chicos hasta adelante. Ambos me dieron una mueca; creo que lo único bueno que estaba cerca de la azafata y el baño.
Poseidón se puso pálido y se quejo.
— Me tocan los peores.
— Oye— protestaron ambos pelinegros.
— ¿Estás bien mi niña?
Alcé mi vista y vi a la azafata, tenia un olor a reptil que me hizo arrugar la nariz y me dieron arcadas.
Atenea la evalúo y decidió darle una oportunidad.
— Tengo náuseas, me gusta la altura pero no los aviones.
— Tranquila, ya se te pasará, ¿Cómo te llamas dulzura?
— Casandra Richard— respondí automáticamente dando gracias a Dionisio por el nombre.
Dionisio le miró con arrogancia y Cassidy bufó.
— No sé crea demasiado Dionfilio.
— ¿Por qué no te he convertido en delfín?
— Tenía pereza.
Dionisio estrecho su vista y bufó.
— Y el de los chicos que te están viendo.
Me tense y me arregle para sonreír y aparentar que no sospechaba.
Atenea sonrió, había oportunidad con esa chica.
— ¿Tienes dislexia? — preguntó la diosa de la sabiduría.
— No, pero TDHA, si.
Ella asintió, buena señal se dijo Atenea.
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Cassidy Riddle y el tridente perdido (Pausa)
Hayran KurguCassidy se enfrenta al peor de los desafíos, su futuro. las moiras ayudarán en su futuro. Iniciado hace 6 años.