¿Qué había pasado?
Ni puta idea.
Me hubiese dolido menos que me clavaran una jodida estaca en el pecho que su indiferencia cuando me fui de la tienda, ni siquiera se molestó en mirarme, supongo que todo aquello solo fue un desliz, nada más.
Cuando llegué a casa me encontré con papá sentado en un sofá de la enorme sala; su ceño estaba hundido en concentración mientras leía el periódico.
—Hola papá— saludé sentándome en otro de los sofás frente a él.
—Hijo— sonrió.
Abraham Jackson era uno de los más reconocidos empresarios de Virginia. Llevar su apellido era un honor, un privilegio —de esa manera me educaron, mamá me lo repetía una y otra vez hasta que cada palabra quedó tatuada en mi memoria—.
Era un buen padre. De niño, todas las noches entraba a mi habitación para contarme cuentos o anécdotas para conciliar el sueño. Pero todo se jodió cuando la familia Stevens llegó a la ciudad, todo se fue a la borda cuando —sin preguntarme— me comprometieron con su hija.
Mi vida se convirtió el la pura mierda.
—¿Qué tal la semana?— preguntó sacándome de mis pensamientos. Me encogí de hombros restándole importancia.
—Escuela, tareas. Nada más— mentí. Asintió lentamente con su cabeza alejando la vista del periódico para observarme.
—Esta noche vendrá tu novia con sus padres a cenar, tu madre ya está al tanto— informó.
—¿Qué mierda?— fruncí el ceño con total disgusto. Odiaba que me usara de esa manera solo para su jodido beneficio.— Ella ya no es mi novia ¿lo olvidaste?
—¿Desde cuando ya no lo es?
—¡Desde que se folló a un imbécil frente a mí!— exclamé exasperado.— No voy a ser novio de alguien que le excita que su novio la vea mientras se folla al otro y gime como gata en celo— me levanté del sillón.
—Vendrá, esa es mi última palabra.
Salí de la habitación echando humo por las orejas. Nell estaba afuera con un gesto de culpabilidad. Ni siquiera me detuve para besar su frente, subí las escaleras y ahí me quedé.
Era una mierda el tener que estar con alguien a la cual no sentía nada. Lo peor era que ella era tan egoísta como para tenerme a su lado sabiendo que era un puto infierno. Al principio pensé que sería fácil, que yo de verdad iba a enamorarme. No fue hasta que conocí a ese pelinegro de ojos grises que todo se fue a la mismísima mierda.
La noche cayó, por lo qué, de mala gana, me quité la ropa con la que había ido a ver a Dylan y me puse una más formal, presentable. Pero no salí, me quedé a medio andar, no quería verles la cara y fingir que era el hombre más feliz y enamorado de la tierra.
Pura mierda.
Me dejé caer en la cama mirando el blanquecino techo de la habitación. Estaba por quedarme dormido cuando el timbre de mi celular sonó anunciando un mensaje entrante.
(Dylan)
"Olvida lo que pasó, no tiene caso
de que te jodas la cabeza pensando
en eso."18:01 p.m.
(Yo)
"Lo que pides es difícil de
cumplir"18:02 p.m.
(Dylan)
"No tuvo importancia para
mí, así tiene que ser para ti
también"
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Una D para Lucas
Fiksi RemajaLucas Jackson es un buen chico, pero vive bajo la sombra de su padre, hace lo que él dice, jamás desobedece sus órdenes. Lucas era un títere dormido, hasta que él llegó a su vida. Dylan Brawn, el dulce chico que cerró sus ojos y se dejó llevar por l...