9. Una última vez. [Final]

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Pasaba de la media noche cuando Eunbi, cansada y preocupada recargaba su espalda en la puerta de la habitación 312. No tenía idea cuanto tiempo estuvo dentro de la pieza, pero sentía que todas esas horas no eran tiempo suficiente para llenar el vacío y la tristeza que comenzaba a formarse conforme avanzaban las horas.

Mañana, al medio día, los padres de Sakura estarían ya en el hospital firmando los papeles donde se le retiraría el soporte vital a su mejor amiga.

Casi tres años habían pasado desde el accidente, y ella jamás había reaccionado a un estímulo externo... hasta esa mañana. Eunbi y Yena observaron congeladas como la máquina que monitoreaba la frecuencia cardiaca de Sakura se disparó en un aumento repentino cuando Chaeyeon besó la mejilla de la chica y este ritmo se mantuvo unos segundos después que la bailarina salió de la habitación para después, bajar gradual y sutilmente.

¿Fue una coincidencia?

¿Debería seguir manteniendo las esperanzas incluso a estas alturas?

Esos tres años por los que Eunbi pasó pacientemente junto a su amiga estaban a escasas doce horas de terminar.

Eunbi sentía que no importaban todas las horas que permaneciera ahí dentro junto a ella hablándole, limpiándola y haciéndole compañía; el tiempo se acababa y nada de lo que hiciera podría con el peso de la cuenta regresiva.

Las manecillas del reloj avanzaban normalmente y en el sentido correcto, pero, ¿Por qué ella sentía que el tiempo pasaba en retroceso, donde los números de un reloj digital no hacía más que restar los dígitos para llegar la cuenta de cero?

Eunbi se retiró de la entrada y se encaminó por el pasillo, dispuesta a ir por algo de comida a la cafetería, pero se detuvo a mitad de camino.

—Mejor tomaré algo de la máquina expendedora y volveré a su habitación... no puedo desperdiciar ni un solo minuto lejos de ella. —se dijo a sí misma para después regresar sobre sus propios pasos. Sin embargo, en el fondo, sabía que era inútil, no importaba cuanto tiempo pasara junto a ella. Doce horas no le harían justicia a su despedida, así como tres años tampoco lo habían hecho.

Esperar un milagro que no sucedería, era lo único que les quedaba.


 (...)


Chaeyeon ya estaba totalmente desesperada.

Por más que intentara con todas sus fuerzas llamarla, obligarse a cerrar los ojos o dormitar... nada había funcionado.

Por alguna razón se sentía mejor que nunca, como si el deterioro de su salud que la había llevado hasta el hospital nunca hubiese sucedido. Y Chaeyeon tenía la sensación de que eso no era bueno. Era como si Sakura nunca hubiese estado ahí.

El reloj marcaba las 6:55 a.m y no pudo dormir en toda la noche pensando en cómo hablar con ella de nuevo.

Durante esa horrible madrugada llena de desesperación fue que se dio cuenta que todo este tiempo Sakura había decidido hablar con ella. Chaeyeon en ningún momento pudo elegir. El problema era.... que Sakura ya no quería ser salvada.

"Chae, ya no quiero seguir haciéndote daño..."

Sólo déjame ir...

—Tienes que estar jodiéndome... —se maldijo en un susurro con su corazón latiendo a mil por hora con el simple pensamiento de no volver a verla. —Tal vez sí yo...

Entre millones de sueños. [Sakura&Chaeyeon][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora