10. "Más vale pedir perdón, que pedir permiso". [Epílogo]

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Observó a lo lejos el grupo de chicas que ya las esperaba en el punto de reunión. Habían acordado reunirse antes del medio día, pero, aun así, ya era realmente tarde, sin embargo, todas estaban ahí, esperándolas. Incluso Eunbi invitó a Nako, y Yujin a Woonyoung. Minju también estaba presente. 

El día pintaba para ser perfecto. 

—No se han ido, te dije que nos esperarían.

—No tienen agallas para irse sin nosotras. 

Cuando estuvieron frente a las demás, las bromas no se hicieron esperar. 

Chaeyeon pensó que si hubiera sabido la cantidad de bromas sucias que sus amigas les harían, no hubiera cedido ante la petición de Sakura. Pero, ¿a quien engañaba? La cara de cachorrito que Sakura le puso fue irresistible para ella. Simplemente no se pudo negar. 

"Vamos, Chae. Ya casi termino este templo. Dame solamente 10 minutos. Prometo que estaré lista". 

Tremendo error. 

Si algo había aprendido de Sakura en esos dos años que compartieron la preciosa realidad, era que la japonesa no conocía los límites cuando de videojuegos se trataba. 

—¡Vaya! ¡Hasta que se dignan a aparecer! —reclamó Yena, de pie a un lado de Yuri. 

—Lo siento, tuvimos un pequeño retraso. —intentó explicarse Chaeyeon mirando con sus ojos acusadores a Sakura, quien se encontraba de pie a su lado. —pero ya estamos aquí. 

—Ajá, claro. Retraso. Dios sabe la cantidad de porquerías estaban haciendo mientras nosotras las esperábamos.  

—¡Yujin! ¡Cállate, no seas grosera! —le reprendió Woonyung. Pero Sakura no se dejó amedrentar por Yujin y sonrió socarronamente. 

—Bueno, lo que pasa es que después de hacer tantas "porquerías", Chae y yo tomamos una ducha. Nosotros sí nos bañamos. ¿Tú te bañaste hoy, Yujin? 

—¡Sakura! —le gritó una Chaeyeon totalmente ruborizada. 

Todas rieron estrepitosamente, y es que si existía alguien quien pudiera hacerle frente y devolverle las bromas, aparte de Yena, esa era Sakura. Las discusiones no se hicieron esperar. 

Nako miraba un poco aprehensiva hacia todas, y Woonyoung le explicó que no tenía nada de que preocuparse, esa era la manera más transparente que tenían ese trío para decirse que se querían.

—¡Ya basta! —se metió Eunbi a consciencia de que una vez que empezaban, jamás pararían. —Debemos apurarnos o las filas se harán realmente largas en el parque. —Todas estuvieron de acuerdo y caminaron un par de calles desde el punto de reunión. 

Desde que aquel terrible acontecimiento había pasado, cuando todas creían que habían perdido a Sakura, acordaron vivir cada día como si fuese el último, agradeciendo cada día de lo que tenían ahora. Sobre todo, cada cumpleaños de la japonesa era algo que tenían que celebrar por todo lo alto, especialmente ese. 

Chaeyeon sabía que cada que su novia cumplía un año más de vida, un año más junto a ellas era motivo de celebración, pero este en especial marcaba un antes y un después en sus vidas.

Ese día en el parque todas cumplieron los deseos de la japonesa sin importar qué. Se subieron a cada juego que ella demandó. Tomaron un montón de fotografías todas juntas, Yujin vomitó su desayuno, Chaeyeon y Eunbi lloraron por los juegos que Sakura, Yena y Yujin elegían. Comieron un montón de hotdogs. Y Chaeyeon pudo cumplir su sueño de subir a la rueda de la fortuna con Sakura para ver el atarceder.... Ella ya no sentía ese dolor en su pecho que le decía que algo le faltaba cuando veía a aquellas parejas caminar entre la gente en busca de un juego o algún puesto de comida, porque ahora mismo, tenía a su lado a la persona que la llenaba completamente. 

Entre millones de sueños. [Sakura&Chaeyeon][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora