A Better Man ◆ [KookV].

6

— ¿Dónde te habías metido todo el día? — Yoongi preguntó en tono de reclamo, pues había pasado la mañana solo y con un insistente niño rubio detrás. Y era muy pegajoso, y divertido, y bonito, y gustaba de él.

— En ningún lado, solo haciendo cosas.

— ¿Qué cosas Jungkook? No seas un maldito cochino — le miró feo, una de esas miradas que no sabías si eran asco o decepción, pero, de todas formas, eso no era algo que ofendia a Jungkook.

— ¿Estás bromeando? No estaba follando, Yoongi. Aunque no lo creas, respeto este recinto.

— Claro — se limitó a contestar, todo por ir detrás de las respuestas que calmarían su ansiedad de información. Porque quizá sí era un poco metiche. Y además eso no le importaba ni debía importarle a Jungkook, eran amigos y entre ellos no debía haber secretos, absolutamente nada se debía a que disfrutaba del chisme —. ¿En qué andabas? Si se puede saber.

— Me da gracia como preguntas tan sereno y me das la opción de contarte o no, cuando, obviamente, me harás decírtelo de todos modos.

— Así es la amistad, Jungkook. Ahora dime.

Bufó antes de recostarse de la pared del patio del colegio para empezar a hablar.

— Hay un chico que raramente me agrada. Y no para hacer cosas sucias, Min Yoongi, sino que, extrañamente, disfruto su cercanía — confesó más directo de lo que Yoongi pudiera imaginar.

— Wow... wow — fue su simple respuesta antes de procesarlo—. Eso quiere decir que llevas tiempo viéndolo. ¡¿Por qué no lo sabía, maldito bastardo?!

— Porque recién empecé a hablarle, o más bien a molestarlo — respondió con una leve confusión en su respuesta, pues las veces que se ha acercado a él, no han sido para hablar o simplemente disfrutar de su compañía, eran para discutir y molestarse entre ellos —. Siento que no le caigo muy bien, aunque no creo que tenga una buena impresión de mi.

— Amigo, nadie tiene una buena impresión de ti — eso hizo que se ganara una mala mirada —. No te enojes por saberlo, si es que no lo sabías antes. Creo que sabes que no bien entrar aquí se le llenan a las personas los oídos de tus desastres, porque eres de todo lo que se habla aquí. No puedo asegurar que tus logros sean más alabados que los problemas que causas, a menos que sean tus logros personales de tirarte a ocho en un día.

Jungkook estaba al tanto de eso, totalmente. Y es que si quería cambiar la forma en que todos lo ven, debía empezar por darle razones para asegurar que todo eso era falso. Sin embargo, eso no era algo que le preocupaba.

— Sabes que todo eso es mentira, Yoongi.

— Lo sé.

— Entonces deja de echarmelo en cara.

— Deja de empeorar las cosas primero.

— ¿Pretendes que vaya por la vida limpiando la mierda del otro solo porque me afecta un poco?

— En ese caso, ¿No crees que la mierda serías tú? Cada día te estás convirtiendo más en todo lo que está mal, no pretendas excusarlo con tus malditas acciones de "soy lo que quieres que sea" cuando eso te daña más a ti. No estás para complacer a nadie más que a ti, estoy seguro que siendo genuinamente tú estaras mejor contigo mismo. Es una mierda de vida la que llevas, Jeon.

— Sí.

— ¿Me estás bromeando? ¿Después de todo lo que acabo de decirte solo me vas a decir que sí?

— Efectivamente.

— Vete a la mierda, maldito pesado — y se fue, dejando solo a Jungkook —. ¡Voy a dormir contigo esta noche! — le gritó cuando estaba a una distancia considerable. Que uno no puede vivir sin el otro, y si cualquiera de los dos se convertía en una uña, el otro definitivamente sería la mugre con tal de estar juntos.

Jungkook no estaba tomando como una opción, mucho menos en cuenta, lo que acababa de decirle Yoongi, así que simplemente se convenció de que jamás podría acercarse a Taehyung de la forma en que desea porque hay chisme e historias mal contadas que lo respaldan. Sin embargo, contradictorio a su habitual reacción ante las cosas, esto le preocupó e hizo que pensara en tal cosa a profundidad. O al menos que lo intentara.

Era tomarlo como una simple atracción con un chico imposible, o una compleja atracción por un chico que no es tan imposible porque quizá, si cambia su modo de hacer las cosas, puede mostrarle que existe alguien humano dentro de él.

Y descartó inmediatamente la posibilidad, él no era así, no iba a serlo ahora por un chico más del montón. Porque eso era, solo uno más.

E inevitablemente, aquél niño de la multitud sobresalía para él.