A Better Man ◆ [KookV].

11

Taehyung no tuvo tiempo de pensar en el mal sentir acerca de su última conversación con Jungkook porque, literalmente, no tuvo tiempo, mucho menos era un asunto que requería especial participación en sus pensamientos. Se pasó todo el fin de semana estudiando con Namjoon, por lo que estaba sumamente agradecido con su hermano mayor, porque de no ayudarlo, probablemente hubiera colapsado antes de llegar a inicios de semana.

Como cosa rara, se vio en el pasillo del colegio en dirección a su curso después de despedirse de Jimin, tratando de no chocarse por ahí con Jungkook ya sea por accidente o por cosa del destino. También se encontró bañado en vergüenza porque haría un caminito hacia su butaca que requería pasarle por el lado a Hoseok, y ya estaba lo suficientemente avergonzado por todo el asunto con él como para poder soportarlo.

Probablemente aquello no resulte tan atosigante porque aquel chico no le prestaría atención. De todas formas, no es como que quiera siquiera mirarle.

Entró al aula, aquel día a tiempo por piedad del destino, setandose en su butaca justo cuando el maestro llegó. Cargaba su expresión de estreñemiento regular, una carpeta en una mano y un marcador en la otra. Ni siquiera dijo buenos días, en vez de eso, les mandó a sacar lapices y cuaderno.

Cuando Taehyung revisó su mochila, lo único que pudo encontrar, a parte del cuaderno correspondiente, fueron aquellos dos lápices de carbón que utilizó todo el fin de semana para estudiar. Y recordó que su cartuchera estaba en manos de Jungkook, mismo que quería evitar ver, pero que, por necesidad, debía buscar a como dé lugar.

Entonces, cuando sonó el timbre que indicaba el receso, Taehyung salió despistado, siendo el primero en abandonar el aula con la intención de recuperar su cartuchera lo más rápido posible. No estaba enterado de los lugares a los que Jungkook frecuentaba, por esto la búsqueda le sería un poco más difícil, sin embargo, aquel colegio no era de dimensiones infinitas por lo que tarde o temprano daría con su paradero como fuera. El que su cartuchera estuviera en manos equivocadas le animaba a seguir.

Sabía que tenía clases con Jimin, así que, con todo el cuidado del mundo para evitar ser visto por su mejor amigo, fue a checar allí, sin embargo, no vio rastro alguno de Jungkook. También fue a la cafetería, la cancha, el patio y el baño, pero no había tenido la suerte suficiente como para dar con él.

Probablemente se estaba tomando demasiadas molestias por una simple cartuchera que podía sustituir, pero siendo sincero con él mismo, también quería ver en qué estado estaba él con Jungkook. Que de estar, no estaban en ningún contexto, pero tenía una espinita clavada por culpa de lo mal hablado que fue con él, y aunque claramente no se disculparía por decir verdades incluso cuando aquellas fueran de las que ofenden, quería saber si aquello le había afectado de alguna manera. Y con lo que había escuchado sobre Jungkook, probablemente aquello se le había metido por un oído y salido por el otro.

El último lugar al que fue, fue la azotea, porque era una de las pocas opciones que le quedaban, y de no encontrarlo allí simplemente se rendiría. Ya tenía sed, aquella era una grandísima razón y señal para dejar aquello hasta allí, y como si su próximo movimiento hubiese sido predicho, encontró a Jungkook allí, con un libro que no alcanzó a leer el título porque el pelinegro se dio cuenta de su presencia de inmediato.

— Oh, hola — le saludó, cerrando aquel libro y mirándole con una sonrisa que solo salía para él —. ¿Coincidencia o intencional?

— Así que también vienes aquí, quiero pensar que no lo hiciste porque ya me habías visto venir.

Mintió descaradamente, diciendo aquello con tantan seguridad que parecía lo más real que había dicho alguna vez. Taehyung no tenía ni siquiera motivos para estar en aquel lugar, las alturas no eran un gran miedo, pero no le encantaban, tampoco le gustaba la soledad que se sentía allí. Ni por equivocación iría.