Mi Flor de Cerezo (EDITANDO)

La decisión de Sasuke

Sasuke

Lo he decidido. Para poder avanzar tengo que sumirme en la oscuridad, cueste lo que cueste. Creí que podía estar aquí; llevar una vida como la de todos. Pero soy diferente, siempre lo fui.

La venganza es lo único que quiero, por eso sigo vivo.

Después de mi encuentro con los del sonido, lo decidí; tengo que irme con Orochimaru para poder vencer a Itachi.

Tomé mis cosas y antes de irme de lo que fue mi "hogar", vi por última vez la foto del Equipo 7.

Kakashi, Naruto... Sakura.

No puedo tener vínculos. Ya no más. Haber tenido lo que tuve con Sakura, me hizo darme cuenta que me estaba olvidando de mi objetivo. De mi verdadero objetivo: Itachi.

Pero, Sakura... Ella llena mi vacía existencia.

Me fui de allí, pasando por la solitaria aldea que parecía ser fantasma cuando era de noche. Estaba a punto de pasar por el último camino para salir de la aldea, y me encontré con ella... Mi Sakura.

—¿Qué haces aquí? Es más de medianoche—pregunté con indiferencia.

—Este es el único camino para salir de la aldea.

No podía verla. Caminé un poco, dándole la espalda, mientras le decía:

—Ve a casa y duerme.

No recibí respuesta y seguí caminando.

—¿Por qué, Sasuke? ¿Por qué nunca me cuentas nada? ¿Por qué siempre este silencio? ¿Por qué nunca me dices nada?

—¿Por qué debo contarte todo?—dije, casi con fastidio.

Tengo que alejarla.

—No es asunto tuyo, ya te lo he dicho. No son de tu incumbencia.

—Siempre hago que me odies, ¿verdad?

¿Odiarte, Sakura? Eso quisiera hacerlo pero no puedo.

—¿Te acuerdas cuando nos hicimos genin y nos asignaron al equipo? Te molestaste conmigo...

Claro que lo recuerdo.

—No me acuerdo—fingí indiferencia.

—Claro, fue hace mucho...—dijo tratando de no sollozar—Pero ese día empezó todo. Tú y yo. Y Naruto, y Kakashi-sensei... Comenzaron nuestras misiones y cada día era un gran reto pero nos divertimos mucho.

Mentiría si dijera que no fue así.

—Me contaste todo lo de tu clan, Sasuke, pero buscando la venganza no encontrarás felicidad. Nadie lo haría.

—Justo como pensaba. Yo no soy igual a ti, ni a Naruto. Estoy en un diferente camino en el que nadie puede seguirme. Sé que los cuatro trabajamos juntos y por un tiempo, creí que ese era mi camino pero al final... prefiero la venganza; esa siempre ha sido la razón de mi vida.

Creo que jamás había sido tan honesto con nadie como lo he sido con Sakura. Y debe entenderlo, no puedo seguir aquí. Aunque eso signifique alejarme de todos... de ella.

—¡No hagas eso, Sasuke, no tienes que estar solo!—gritó Sakura—Ese día me enseñaste lo dolorosa que puede ser la soledad. Tengo amigos, familia... Pero si tú te fueras, Sasuke, sería lo mismo que estar sola.

Sollozó. No me gusta verla sufrir, pero es lo debo hacer. No podía ni voltearla a ver. No soy tan valiente como para verla a los ojos...

—A partir de ahora, cada uno tomará un camino diferente...

—¡Sasuke, yo te amo tanto!

¿Amarme? Yo... No merezco tu amor, Sakura. Aunque te quiera, tú mereces a alguien mejor.

Quisiera poder decírtelo.

—¡Si tú te quedas conmigo, te prometo que no te arrepentirás! ¡Haré que te diviertas todos los días y encontrarás la felicidad! Haría cualquier cosa por ti...

Sakura... Y eso hiciste en todo este tiempo: me hiciste feliz, todo el mes que estuvimos juntos, cada misión. Y eso me bastó.

Alguien como yo no puede ser feliz.

—¡Así que, quédate conmigo, por favor! Y si no puedes... llévame contigo entonces, hasta te ayudaré con tu venganza.

¿Llevarla conmigo?

Sakura... Tú tienes un camino diferente. Llevarte conmigo sería arrastrarte a mi desgracia; a la desgracia de los Uchiha.

Volteé y sin pensarlo le dije lo que más sabia que le dolería:

—No has cambiado. Eres realmente molesta.

Comencé a caminar y Sakura gritó:

—¡Si te vas, voy a gritar y...!

Con rapidez, me coloqué detrás de ella. Esta sería la última vez que la tendría tan cerca y la última vez que podría apreciar su cabello, su esencia...

—Sakura, gracias por todo.

La toqué y la metí en un genjutsu para dormirla. Con delicadeza, la coloqué en la banca. Limpié sus lágrimas y acaricié su rostro.

—Siempre te causo problemas, ¿verdad?

Sakura... Espero algún día podamos estar juntos.

Pero por ahora, mi camino es la venganza.