Símbolo Uchiha

6K 487 287
                                    

Sasuke me llevó en sus brazos hasta mi casa, aún me sentía sin energía. Estoy realmente agotada. Sin embargo, como las noches anteriores, me encontraba irradiando felicidad a su lado. Me bastaba su compañía para poder recuperar la fuerza que me faltaba en estos momentos.

—No te ves muy bien.

—Estaré bien—sonreí.

Me tomó una vez más, cargándome y yéndose con velocidad por los edificios.

—Sasuke-kun, ¿qué haces?

—Te llevo a mi casa.

Me sonrojé por completo. ¡A su casa!
Llegamos rápidamente, puesto que Sasuke iba con rapidez, como si tuviera prisa de alejarme de mi hogar. Llegamos y era una especie de apartamento. Sacó una llave escondida, por debajo del buzón de correos y abrió.  Encendió la luz. Era un cuarto realmente pulcro. Una cama matrimonial tendida, una televisión, un montón de libros y un balcón. Me senté en su cama.

—Quédate aquí el día de hoy, Sakura.

Sasuke se colocó enfrente mío, mirándome directamente.

—P-pero, Sasuke...

—Si te capturaron, fue porque vieron nuestra rutina de estos días.

Tiene lógica.

—Mis padres...—musité.

—Dejaré una nota en tu casa que saliste temprano, no te preocupes.

—¿No-no te quedarás...?

¡Me puse roja cual tomate después de haber dicho eso! Bajé la mirada, avergonzada.

Ay, Sakura, ¿puedes pensar un poco?

—No—dijo finalmente—Tengo que volver, pero por hoy te vas a quedar aquí. No salgas, ¿de acuerdo?

Asentí.

—¿Volverás pronto?

—No lo sé. Pero mientras tanto, cuídate.

Asentí, un poco desanimada. Bajé la mirada y vi los pies de Sasuke aproximándose hacia mí. Alcé la mirada y Sasuke estaba demasiado cerca. Mi corazón reaccionó y comenzó a acelerarse.

—Sé que no luzco preocupado pero realmente lo estoy.

Extendió su mano y con ella, comenzó a acariciar levemente mi cabello y me quedé observándolo. Se veía preocupado. Sasuke preocupado por mí...

—Me tengo que ir, Sakura.

—¿No tienes hambre? Puedo prepararte algo rápido.

Dudó pero finalmente asintió. Fui a su pequeña cocina y me encontré con pocos ingredientes, así que le preparé rápidamente Onigiri, que prácticamente son solo bolas de arroz y le agregué atún. Se lo envolví en una bolsa roja y se lo entregué.

—No es mucho pero...—reí con nerviosismo—Ojalá te guste.

Me observó un poco sorprendido y se quedó por unos instantes así, pensando y mirándome. Después, me dedicó una media sonrisa.

—Gracias—expresó—Me tengo que ir.

Abrió la puerta y se fue. Cerré con llave para después aventarme a su cama con entusiasmo.

—Estoy en el cuarto de Sasuke-kun.—grité y reí sin poder creérmelo.

Tenía algo de frío, así que tomé una camisa suya y un pantalón cómodo. Mañana no creo que venga, así que, no creo que se de cuenta que lo utilicé.

Mi Flor de Cerezo (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora