Promesas

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—Sasuke-kun—me desperté gritando y sentí un fresco en el ambiente que provocó que mi piel se erizara.

—Niña, no debes estar ahí, te vas a resfriar.

Estaba en una banca, ¿en qué momento llegué ahí? Mis recuerdos me hicieron dar un choque con la realidad y sentí que estaba cayendo en un precipicio.

Sasuke se fue.

Mis lágrimas sin control salieron disparadas y solo veía el ocaso que estaba al frente mío, esperando que fuese una pesadilla.

Sasuke se fue.

Sasuke se fue.

Mi mente lo repetía pero no lo puedo creer. Me sentía flotando en un torbellino de emociones.

Ignoré a los jonin que estaban cuestionando qué rayos hacía ahí y me fui corriendo a la torre de Lady Tsunade.

—¡Lady Tsunade!—grité y sentí un ardor en mi garganta.

Shikamaru, con su ahora chaleco que indicaba que era chunnin, me miraba con desconcierto.

—¿Qué es esa gritadera, Sakura?—cuestionó Lady Tsunade.

Sollocé antes de hablar.

—Sasuke...—carraspeé—Sasuke...

—¿Qué sucedió, Sakura?

—¡Sasuke se fue de la aldea!

Haberlo dicho, me hizo darme cuenta que era una realidad. Mi opresión en el pecho se intensificó y sentí que, por un momento, no podía respirar correctamente.

—¡¿Qué dices, Sakura?!—se alertó Tsunade—Cuéntame todos los detalles.

—Yo-yo... lo intenté detener pero no pude—miraba al suelo, con lágrimas en mis ojos—Se fue con Orochimaru.

Lady Tsunade golpeó su escritorio, frustrada.

—Shikamaru, esta será tu primera misión como chunnin: rescatar a Sasuke. Reúne los gennin que consideres aptos, lamentablementeneste momento no hay jonin que puedan ayudarte. Y te recomendaré a alguien más...

Naruto.

Automáticamente pensé en él, igual que Lady Tsunade. Shikamaru se fue y estuve a punto de hablar, cuando Tsunade-sama se adelantó.

—Ni hablar, Sakura. No puedes ir detrás. Sé que te estoy entrenando, niña, pero no puedo llevarte en bandeja de plata a tu muerte, te falta mucho por entrenar.

—Pero, Tsunade-sama...

—¡Ni hablar, Sakura!

Me resigné, con mi cabeza mirando al suelo. Sasuke se fue, y yo no puedo hacer nada... ¡Como siempre! Siento que mi vida se derrumba y la presión en mi pecho se hace cada vez más profunda, como si una navaja estuviera cortándome. ¿Cómo puedo vivir sin Sasuke? ¡Simplemente no puedo! Con tal sólo verlo, sentir su presencia, ser su compañía... Todos esos pequeños detalles me hacían la persona más feliz del mundo. Pude llegar a ser cercana a él pero al final, prefirió la venganza. No puedo evitarme sentirme tan insuficiente.
Estaba torturándome mentalmente, cuando Tsunade-sama me tomó por mis hombros y me dio un cálido abrazo. Ese gesto me tomó por sorpresa.

—Sé que lo amas, Sakura, pero debes ser fuerte. Puede que ahora sientas que se te acaba el mundo, pero, si él regresa, muy bien y si no, ¡la vida va a seguir! Y te darás cuenta que pudiste salir adelante, que el tiempo lo va a ir curando todo—dijo ella, alcé mi vista y le di una sincera sonrisa—Eres muy fuerte, Sakura, estoy segura que te convertirás una ninja poderosa y en una mujer hermosa.

Mi Flor de Cerezo (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora