Golpe bajo, recuerdos y advertencias.
Regina
Adormecida, así sentía la cara de tanto sonreír, jamás en la vida había tenido que fingir tanto como hoy.
Estaba impresionada de a cuantas personas había invitado mi secretaria a la boda, los socios de papá que ahora eran los míos se pavoneaban por ahí con sus lindas y adornativas esposas más jóvenes hasta que yo, no sabía decir de todos los que estábamos aquí cual era más falso si ellos o yo.
Por suerte y este circo al menos por el día de hoy estaba por llegar a su fin, ya era hora de que los "esposos" se retiraran ya que mañana temprano viajariamos al Caribe de "luna de miel"
Que conste que no estaba de acuerdo con tener una luna de miel, pero luego de una extensa charla con Richard me hizo entender que lo más sensato era una luna de miel, aunque fuese por el fin de semana ya saben para seguir guardando las apariencias.
Así que aquí me encontraba yo con los pies destrozados por aquellos tacones a punto de lanzar el ramo a un nido de víboras, superficiales y hipócritas que sólo habían asistido para recolectar el chisme del año para tener de que hablar al menos por una semana...
Llegar a casa jamás había sido tan satisfactorio, el vestido ya me molestaba, los zapatos estoy segura de que me habían causado unas jodias ampollas del tamaño de la mentira que llevo a cuesta y sin contar que desde hoy compartiría el mismo techo con él.
—Saldremos mañana a primera hora Julia te mostrará tu habitación y Samuel llevará tu equipaje.
— No es necesario si me indican el camino yo mismo llevare mi equipaje no estoy acostumbrado a esas cosas.
—Lo mejor será que te acostumbres porque así será tu vida de ahora en adelante.
—En eso estas equivocada Regina esto no es más que un contrato, un acuerdo que terminará en un tiempo y acostumbrarme a este estilo de vida no es lo más conveniente ya que cuando todo acabe tendré que dejar los lujos y comodidades que conlleva ser el esposo de la señorita MCclane, sin dejar por fuera que no soy un hombre el cual está acostumbrado a que le hagan todo.
Aunch golpe bajo
—Cómo gustes, yo no tengo inconveniente con lo que decidas siempre y cuando mantengas las apariencias, ahora si me disculpas estoy agotada y necesito descansar.
William
Años...habían pasado años desde la última vez que me vi rodeado de la más alta élite, ver a tantas personas superficiales me recordó a aquellos tiempos en donde yo solía fingir ser uno de ellos, en donde perdí lo más valioso que tenía, ver a todas esas personas que se odiaban entre si tomar el más caro Whisky con sus trajes de alta costura mientras se trataban de matar uno al otro por obtener una mejor posición y poder no me agradaba mucho, pero menos me gustaba la idea de perder la vida, así que tenía que seguir adelante y seguir con esto.
Y Regina para mi no era la excepción, es más, en la categoría del hipócrita del año ella se llevaba el primer lugar, sólo había que ver todo el circo que había montado sólo para poder tener más dinero y poder, lo mas trágico de todo esto es que la mayoría de la veces los más inocentes eran los que salían perdiendolo todo si lo sabré yo.
—Señor William sigame lo llevaré a su habitación.
Sólo asenti debía descansar y lo mejor era tomar un baño y acostarme a dormir si mi conciencia me lo permitía.
—Gracias Julia que descanse.
—Usted también señor.
No lo pensé mucho me despoje del traje y me fui directo a la ducha mañana sería otro día.
Regina
William Thomson era un hombre misterioso, difícil de descifrar y eso me estaba volviendo loca por la sencilla razón de que era a la primera persona que no podía leer.
Siempre tenía una respuesta para todo y no una cualquiera podía descolocarte o callarte al instante, no sabía porque me encontraba dentro de la tina pensando en él si debería estar feliz porque por fin todo por lo que mamá trabajo sería mío.
Mi madre Rose Miller habia apostado todo por esta empresa, mi padre no lo quería reconocer porque era muy machista y ambicioso, pero así era, aunque no tengo muchos recuerdos de ella porque lamentablemente murió cuando apenas era una niña se que me quería mucho al menos en su diario lo expresaba así.
Salí de la ducha y cubri mi cuerpo con una bata tenía algunos documentos que revisar así que bajaría al despacho, por alguna razón el cansancio se había esfumado y ya que mi socio principal no existía debía hacerme cargo de todo completamente.
Llegué a mi despacho y encendí el computador sabia que tenía algunos correos pendientes y ya que estaba en casa y no podía dormir lo mejor era ocuparme de ellos.
Felicitaciones, propuestas, muchas propuestas de personas que querían formar parte de las empresas, pero un correo en especial llamo mi atención.
Asunto: Advertencia
Felicidades por tu boda sólo no te enamores, William Thomson ese hombre tiene dueña, tampoco es lo que parece y puede ser tu perdición.No conocía la dirección, pero estaba segura de que era una dirección desechable los conocía no era el primero que recibía anónimamente, pero no sabía porque, pero este correo me daba la espina de que era el inicio de algo que no me iba a gustar...
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Marido por contrato
AcakSer hermosa, inteligente y lo suficientemente capaz para dirigir el imperio McClane no será suficiente para Regina a pesar de haber cumplido todas las exigencias de Robert su padre y haberse criado a su imagen y semejanza al parecer no lo había hec...