Capítulo 14.

916 59 66
                                    

8:30 Am.

Fin de semana gracias a Dios, porque la verdad no quería verle la cara a Noel, cabron hijo de su...

Estaba limpiando mi casa de forma tranquila con música a un tono audititivo tolerante para mí, los demás que se jodan.

–Pau.–Oí un llamado desde el otro lado de mi puerta, pude detallar que era la voz de alguien familiar, me acerqué a ésta a ver quien era.–Nena soy yo, Santana.–Se identificó y rápidamente abrí con una gran sonrisa.

–¡Santi!–Lo abracé con bastante entusiasmo y cariño. Él era como un hermano para mí, los dos empezamos al mismo tiempo sin un peso.–Pasa, pasa.–Le ofrecí, el no se veía muy feliz, comúnmente estaba con una sonrisa.

–Tengo que hablar contigo...–Soltó de una, me acerqué a él preocupada, ¿ahora que pasaba?

–¿Qué pasó, papi?–Pregunté, me senté a su lado colocando mi mano en su hombro en forma de opoyo.

–Eso mismo te pregunto yo a ti, ¿que carajos te está pasando?–Su mirada era seria e interrogante, esto me ponía bastante nerviosa.

¿Será que se dió cuenta de mi junte con Noel?...

Respiré profundamente, y me puse de forma recta a su lado.

–Nada nene, tu sabes que estoy bien.–Mentí, no quería involucrar a Santana en esto. No quería causarle problemas de hecho... Aún que creo que ya es tarde.

–Pauleth, ¿tu que soy estúpido o cómo baby? ¿Te crees que como mierda o qué?–Preguntó de forma irónica con un poco de molestia, no sabía cuánto tiempo mas le podía mentir a Santana.

Llevas casi un año mintiendole...

–No sé de qué te preocupas, estoy bien.–Respondí, no sé si soné segura de mí misma o soné como una nena chiquita de cinco años mintiendo.

Sentía su mirada sobre mí, es obvio qué a este punto que no podía seguir haciéndome la boba. Él me conocía lo suficiente como para saber mi sentir y todo aquello como decir la verdad o la mentira.

–¿De cuándo acá te metes perco' y te fumas un bareto?–Soltó de sorpresa y quedé en shock, helada...

–Yo sé que eso no está bien, pero sólo... Solo quise probar y relajarme.–Me excuse, y la verdad es que mejor no hubiese dicho nada. Sabía que él no me creía.

Y claro, si eres de las primeras en decir que las drogas no son lo tuyo.

–¿Me quieres seguir cogiendo de pendejo?–Me respondió con una risa sin ningun tipo de gracia, pude sentir un poco de dolor ante eso.–¿Que te está pasando?–Susurró él.–¿Tiene algo que ver con todo esto, Noriel?–Me miró de forma seria.

Mis manos sudaban de los nervios. Okey...

Es ahora o nunca... Ó te quedas sin amigo, por cabrona y mal agradecida.

Te voy a contar, ¿okey...?–Respondí tomando sus manos, lo miré con nervios.

–Pues dale.–Respondió, se veía muy sereno y eso me hacía estar mas nerviosa.

Narra Daniel.

9:10 Am.

Tu si eres arrecho vale, mira... Agradece que no estoy allá porque la parranda de coñazo que ibas a llevar no iba ser normal coño e' tu madre, nojoda.–Me regañó mi mamá por Skype, reía fuertemente.

Tengo una hermana de 16, quién es como mi mejor amiga. La amo con todo mi ser, pero antes de irme de Venezuela a Puerto Rico mi hermana semanas antes me presentó a su novio, el cuál mami nunca aceptaría porque ella era una mujer chapada un poquito a la antigua. Entonces la cubría y era un secreto, hasta ahora...

No Love. [Noriel Danger] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora