No Love. [Noriel Danger] ©

Capítulo 09.

Me fui temprano entre comillas de la discoteca, después del mal rato que pasé con Noel. Le dije a Santi y a Ganda que estaba cansada y un esas cosas, feka.

En el fondo te gustó la escena de celos de Noel.

Okey, diablo sí. Tengo que aceptarlo... Pero no podía siempre arrastrarme a él, tenía un pelea interna sobre valorarme a mi misma y lo bien que se sentía que Noel haya hecho eso.

9:00 Am.

Debía bañarme, hoy era sábado por lo que saldría con Daniel, dijo que metiera un bikini. Vamo' a darle.

47 minutos después...

–Te traje aquí porque creo que el mar te calma, te transmite paz. Creo que tu te complementarias muy bien con el mar, nena.–Habló Daniel, le sonreí. Estabamos sentados en la arena. Veníamos de comer algo ligero en un restaurante.

–Diablo, ¿pero de dónde tú saca' tanta labia, muchacho?–Reí. El también reía.

–Nada de eso, sólo digo la verdad.–Aclaró.–Mejor vamos a meternos al mar, que se ve chevere.–Dijo él con una sonrisa. Lo miré confusa.

—¿Qué e' eso? ¿Chevere?–Pregunté con un poco de risa, quedando en bikini.

Él reía.

–Eso es como... Algo increíble, algo cabron como dicen ustedes.–Aclaró. Yo reí, el intento de acento puertoriqueño que hizo era gracioso.

–Ya, ya papi.–Respondí comprendiendo el significado de la palabra. Me metí al mar, el me seguía el paso.

Disfrutabamos del sol y lo delicioso del mar, uff ¡puñeta hace mucho que no iba a la playa!

Desearías que fuera diferente, con Noel aquí. Los dos solos...

–Te ves hermosa así...–Susurro él mirando mi cuerpo, lo demás lo cubría el agua del mar. Lo miré confusa con una sonrisa.–Sí, digo... Ya eres preciosisíma pero... No sé, simplemente quería decirte que eras lo más lindo de todo esto.–Se veía un poco nervioso. Yo sonreí enternecida.

Ternurita.

Caminé hacía él en medio del mar, abrazándolo. Siempre me recalcaba que era hermosa, y era un caballero. Quizás si necesitaba un hombre así en mi vida...

¿Pero por qué Noel no podía cambiar y ser así?

–Vamos a tomarnos una foto, nene.–Propuse caminando afuera del mar tomando mi celular, corrí al agua. El no se dió cuenta de mi ida, eso me dio risa.

–¿Qué dijiste, preciosa?–Preguntó él mirándome, pero ya era muy tarde. Justo había tomado la foto. La miré y había quedado increíble.–¿Que ves?–Se acercó a mí mirando la foto conmigo.

–Quedó cabrona.–Opiné con una sonrisa, lo sé. Aveces podía parecer un hombre con mi vocabulario. El sólo reía por mí forma de expresarme.

Narra Daniel.