Capítulo 01.

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Narra Pauleth.

Suspiré cansada, 6:30 Pm. Faltaban 30 minutos para irme a casa, centrada en algunas ediciones de unas fotos de una modelo para una revista, recibí una llamada de mi secretaria.

–Jefa, le llaman para un trabajo publicitario, un manejador de un nuevo talento.–Habló Mónica.

–Pásalo.–Declaré. Sentí como sonó el pitido del cambio de líneas.

–Hola, ¿Este es la Compañía publicitaria Villegas?–Preguntó un hombre.

–Buenas, sí. ¿En qué le podemos ayudar?–Respondí lista para anotar en mi diario de encargos.

–Mi nombre es Ganda, soy manager de un nuevo cantante y estoy buscando editores para el flyer del nuevo disco que estamos por sacar. Sesiones de foto y todo eso...–Explicó.

–Perfecto, llamó al lugar correcto. Mi nombre es Pauleth Villegas. Tenemos diferentes paquetes para ese tipo de promociones. Si le parece, podemos reunirnos mañana acá.–Respondí mientras anotaba el nombre del manejador.

–Excelente, mañana iré con el chamaco para que lo conozca y empecemos a coordinar todo. A las 16:00 Pm estamos allá, y quiero el mejor paquete que tenga. No se preocupe por el dinero.–Pidió. Yo me impresioné un poco por cómo dijo lo último, pero esto era normal para la gente que estaba en la industria musical.

–Muy bien Señor Ganda, el mejor paquete cuesta $1.700.000 ¿Le parece?–Le pregunté.

–Si, sí. Todo bien entonces, nos vemos mañana señorita Villegas.–Se despidió y colgó. Mire el reloj que tenía al frente, 19:00 Pm. Hora de irme, era viernes y cerraba temprano la empresa. Pero por algo de último momento con este encargo tuve que quedarme más tiempo.

Anotando y anotando en mi libreta de nuevos encargos y sus datos en la computadora.

–Noel Santos Román.–Tecleé en el formulario de mí computadora. Adjunté una foto del chico. La detallé por un momento, y era lindo. Sacudí mi cabeza rápidamente.–Ya te estás volviendo loca, Pauleth.–Susurré para mí misma, la soledad ya me empezaba a afectar. Reí por mi pensamiento sobre el tal Noriel o Noel.

Iba en mi carro, 21:00 Pm. Estacioné en mi estacionamiento de mi casa. Estaba por dormir. Pero se me fue interrumpido mi sueño por una llamada, suspiré cansada y con ojos cerrados contesté.

–¿Quién habla?–Mi voz era adormilada. No era para menos, hoy fue un día agotador. Fueron muchas entregas hoy.

–Chamaca, ¿te desperté?–Preguntó preocupado.

–¿Santi, eres tú?–Pregunté sentandome en la cama.

–The Golden Boy, bebé.–Rió, a lo que yo sonreí.–¿Cómo estás mami? Mera disculpa la hora, es que quería saber si te llamó un pana mío hoy para un paquete de promoción.–Respondió preocupado.

Fin del Flashblack.

Así fue como terminé enredada entre las sábanas de Noel. Me preocupaba llegar a un punto de querer necesitarlo a cada momento del día.

Con él la pasaba bien, pero él fue claro al decirme que no quería nada serio con nadie... Y yo empezá a sentir más que deseo por él, no sabía cómo controlar eso. Ya han pasado seis meses y yo sigo pensando en él cada noche.

Seguía y seguía pensando en mí cama, me sentía mal hoy por lo que no fui a la empresa. Me levanté y bajé a la cocina, debía almorzar.

13:00 Pm.

Me senté en mi silla del comedor, necesitaba almorzar, mis tripas gruñian por el hambre.

Mientras comía, recordé el suceso que me había dejado toda la semana toda jodida.

No Love. [Noriel Danger] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora