SCAREDY CAT ━ MINSUNG

¡ quince !

Jisung no tuvo otra opción que levantar a Minho antes de irse a trabajar. Sabía que Lee estaba enojado con él, y probablemente, no sería fácil convencerlo de perdonarlo. Acarició la pancita del minino con todo el cariño que pudo, intentando no poner una mueca de asco al ver la cantidad de pelos anaranjados adheridos a la sábana blanca de su cama. 

Minho solía desayunar con él como una persona normal, tomando café y untando tostadas con mermelada de fresa. Sin embargo, esa mañana mordió la mano de Jisung con sus pequeños pero filosos colmillos y no se convirtió en un humano como solía, sino que comió del potecito con alimento balanceado en el piso que Han le había comprado el primer día en el que llegó a su hogar.

Jisung no tardó mucho en terminar y abandonar el lugar, dejando a un enojado felino alimentándose en la cocina. A decir verdad, Han se sentía culpable por la forma en la que había reaccionado frente al pedido de Minho de ver a su hermano menor, pero el otro también debía entender que no podían llegar al departamento de Chris pidiendo ver al gatito como si nada fuera de lo normal estuviese pasando. 

Estaba por llegar a su trabajo cuando una conocida voz lo detuvo, no sólo sus movimientos sino también cualquier tipo de pensamiento racional que pudiese tener en ese momento.

—Buenos días, precioso.

Apretó sus puños y se giró sobre los pies, enfrentando a Hyunjin.

—Estoy bastante apurado —se excusó—. Debería irme ya.

—¿Desayunaste? Podemos ir a desayunar juntos —ofreció con una sonrisa, una sonrisa que Jisung quería odiar—. Cobré mi primer sueldo del nuevo trabajo y me gustaría invitarte.

—No creo que eso esté bien, Hyunjin. ¿Qué pasó con Seungmin?

El mayor se encogió de hombros, bufando.

—Está enojado, él se lo pierde.

Jisung negó, moviendo su cabeza de un lado a otro. Hwang Hyunjin nunca cambiaría, era imposible esperar algo así. Había sido su novio durante casi dos años, y lo había conocido de esa forma, recibiendo una invitación a desayunar justo el día en el que Han debía rendir un examen en la universidad. Hyunjin se había encargado de reducir sus nervios, y luego de eso, formaron un vínculo tan fuerte como el acero, o eso era lo que Jisung pensaba.

La verdad fue que Hyunjin lo engañó con cualquier persona que se cruzó frente a él, convirtiéndose en el novio malhumorado y utilizado que Jisung tanto detestaba haber sido. A pesar de todo, le fue difícil terminar la relación con Hyunjin, puesto que lo quería tanto que pensaba poder soportar todos los engaños con el fin de no quedarse sólo.

Aún varios meses después, Jisung no se sentía listo para buscar a alguien más y borrar del todo a Hyunjin, aunque no había cosa que deseara más que esa. Por eso ahí estaba, intentando resistirse a los ojitos rogantes de Hyunjin, ignorando esa invitación a desayunar que parecía tan inocente, tan pura, pero en realidad era garras arrastrándolo nuevamente con él.

—Debería ir a trabajar, de verdad. Quizás otro día.

No esperó a que Hyunjin respondiese, giró sobre su eje y se alejó a paso rápido del muchacho que tanto quiso en algún momento. Él no podía caer tan bajo como para volver a los brazos de Hwang, realmente no podía. 

Cuando entraba en el edificio en el que trabajaba, el celular de Jisung comenzó a sonar y el nombre de Chris iluminó la pantalla. Atendió de inmediato, aunque no lo diría en voz alta, le interesaba en demasía la reacción de su mejor amigo al enterarse que había adoptado un gatito que también era humano.

—Buen día, ¿dormiste-

Chris lo interrumpió.

—¡Dice que es un gato! ¡El nene dice que es un gato!

Podía notar la desesperación instalarse en la voz de Chris.

—Tranquilo, debe estar confundido.

—¡Cambió adelante de mis ojos! Hay que llamar a aun hospital —dijo—, seguramente esté en el medio de un accidente cardiovascular y por eso veo cosas que no son.

Jisung hizo silencio, y con el tono más dramático que pudo, volvió a hablar.

—Chris, es hora de que sepas la verdad.

Se oyó un grito al otro lado de la línea y las risas de quien Jisung reconoció como Seungmin, cosa que Han imitó.

—Tranquilo, cuando vuelva a casa busco a Minho y vamos a tu departamento, ¿sí?

—¿Qué tiene que ver Minho en todo esto? ¿Es médico? ¿Alguna clase de adivino? ¿Vende medicamentos ilegales que podrían ayudarme?

Jisung soltó una carcajada.

—Sólo... Confiá en mí, Chris.