¡ veintitrés !

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Felix dijo que quería quedarse junto a su hermano, pero por algún motivo al que Jisung no quería darle importancia, Minho le pidió por favor que los dejara solos, al menos por esa noche y luego podrían estar juntos todo lo que Felix quisiera.

Cuando Chris y el muchachito de cabellos castaños se fueron, Minho no tardó mucho en acercarse a Jisung y abrazarlo con suavidad. Han lo recibió gustoso, juntando sus manos detrás de la espalda de Minho.

—Estás hermoso —musitó Lee, dejando un corto beso en la punta de la nariz del menor.

—Gracias...

Minho le sonrió y bajó sus labios al cuello de Jisung, besándolo con suavidad y deseo, como si fuese la pieza de arte más costosa y exclusiva que hubiese visto alguna vez, como si nadie pudiera oírlos, como si fuera todo un secreto. Un acto demasiado digno del amor de Jisung como para que Han lo cortase con quejas sin sentido.

Soltó un jadeo cuando los dientes de Minho rozaron su piel, mordiéndolo sin dejar ninguna clase de marca visible. Sentía las manos del contrario tocar su cuerpo con delicadeza, dejando caricias que parecían quemar.

—Honnie —murmuró, subiendo una mano a la nuca de Minho para atraerlo hacia su rostro—. Íbamos a hablar.

—Pero quiero comerte, Sunny —dijo con una sonrisa, sus labios rozando los de Jisung—. Quiero comer cada parte de tu bonito cuerpo hasta que tiembles y pidas más.

Jisung jadeó sorprendido, no pudiendo entender del todo las palabras que salían de la boca del mayor.

—¿Dónde te gustaría que te haga mío, Sunny? ¿En el sillón, sobre la mesa de la cocina o en tu cama?

—Honnie, no.

Jisung dejó un piquito sobre los belfos del mayor y se separó de él, intentando ignorar momentáneamente el rostro desilusionado de Minho. Tomó una de sus manos y entrelazó sus dedos juntos, llevándolo consigo al sillón. Empujó el cuerpo de Minho sobre el mueble y se fue, preparando lo más rápido dos tazas de café humeantes para poder hablar con el mayor.

Al volver a la sala de estar, se encontró con los ojitos oscuros que tanto le gustaban, y Minho lo recibió con una sonrisa.

—Tu café siempre es dulce. Queda rico.

Jisung rió bajito.

—Gracias, Min.

Minho dejó un piquito sobre los belfos rosados del menor y se separó de él, llevando la taza a sus labios sin mover sus ojos de la figura de Han.

—No puedo entender cómo es que sos tan lindo, Sunny.

—Minho, basta...

El nombrado soltó una risa.

—No puedo evitarlo.

—Gracias...

—No agradezcas, mi vida. Amo ver tu carita toda roja.

En efecto, el rostro de Jisung no podía estar más rojo. Minho lo bombardeaba con cumplidos y frases cursis, y Han de verdad no sabía cómo reaccionar.

—Estás distrayéndome de lo que quería preguntarte —Minho se tensó al instante—. No es algo malo, no te preocupes.

—Está bien, solecito. ¿Pero después vas a dejarme comerte?

—¡Minho!

El nombrado soltó una carcajada y posó una mano sobre el muslo del menor, acariciándolo con cariño y transmitiéndole confianza.

—Podés decir lo que necesites, yo voy a escucharte.

Jisung asintió.

—Estuvimos hablando con Chris... Sobre ustedes. Y me di cuenta de que hace tiempo no te veo como... —aclaró su garganta— Como gatito.

SCAREDY CAT ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora