Cap 12

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\\NARRA KOOK//

Iba de camino a la cafetería en la que Tae y yo quedamos para arreglar las cosas. Realmente estaba muy emocionado, ya extrañaba estar junto a él.

Cuando entré, vi a Tae sentado en una mesa, aunque no estaba solo. Estaba hablando con un chico. Me dirigí hacia aquella mesa, Tae me vio y me invitó a que me sentara a su lado, mientras el chico aquel se levantaba de la silla en frente suya, en la cual estaba sentado.

— Bien, yo me marcho. Fue un gusto volver a verte y poder hablar contigo. — Aquel alfa le dio un papelito a Tae. — Llámame — Dijo y como despedida, tomó la mano de Tae y dejó un beso en ésta, a lo que yo gruñí. Segundos después, éste salió del establecimiento.

— Kook...

— ¿Quién era?

— Uhm... Es un amigo de la infancia... Él es Australiano, nos conocimos aproximadamente cuando yo tenía 5 años y él 7. En ese entonces yo vivía en Australia, pero 3 años después, cuando yo cumplí los 9 y él tenía 11, volví a Corea y desde entonces perdimos contacto y no nos volvimos a ver.

— Ujum... Está bien, pero no vinimos aquí para hablar de eso. Yo... Bueno, yo y mi lobo... Realmente estamos muy arrepentidos de lo que hice ese día. Nosotros no quisimos dañaros pero fue un impulso al saber que podríamos perderos. Llegó un momento en el que pensé que te mudarías allí pero no solo fue eso sino el miedo que tuve al pensar que podrías encontrar a otro Alfa más bueno y guapo que yo. No es que no confiemos en vosotros es solo que tengo muchas inseguridades encima y esa noticia me tomó de sorpresa. — Y para ese entonces, ya tenía los labios de mi Omega encima de los míos. Correspondí el beso y lo senté en mi regazo, a ambos nos sorprendió cómo nuestros labios encajaban a la perfección con cada movimiento que hacíamos, nos habíamos olvidado de esa sensación. Era como si nuestros labios estuvieran hechos para estar juntos, esa sensación de encaje junto a todas las demás de amor, pasión y ternura, derretía nuestros débiles corazones. No quisimos separarnos pero tuvimos que hacerlo cuando nuestros pulmones nos hicieron saber que necesitaban oxigeno.

— Te perdono Jungkook, no quiero estar así contigo. Somos predestinados, eres mi Alfa y yo soy tu Omega. No hace falta ninguna marca ni relación oficial para confirmar eso, nuestros lobos y sentimientos nos unen. Que diga que no hace falta una marca ni una relación oficial, no significa que no quiera que eso pase, solo quiero hacerte ver que de una u otra forma, somos Alfa y Omega.

— Te amo... No sabes cuánto, mi cielo.

— Yo también te amo, cariño. — Dicho eso, volvimos a juntar nuestros labios.











[...]

Nada más entrar por la puerta, acorralé a mí Omega en ésta y metiendo mi cabeza en su cuello, comencé a besar y dejar leves caricias con la punta de mi nariz en éste.

— Mhh, Kookie~

— ¡Jungkook, deja a tu Omega en paz!

— Mhh~ No. — Dije mientras hundía más mi nariz en su cuello, respirando su dulce aroma. Estaba tan metido ensimismado oliendo y mimando el cuello de Taehyung que ni siquiera me di cuenta que era mi madre la que me había hablado.

— ¡Jungkook!

— ¡Déjame tranquilo, mamá! - Mama... mi madre... Espera, ¿Qué?. Me di la vuelta y...

— ¿M-Mamá?, ¿Q-Qué haces aquí? — Dije separándome de Tae, el cual al estar libre de mis brazos (no por mucho tiempo), caminó hacia adelante, haciendo que su espalda ya no estuviera apoyada en la puerta. Y dije no por mucho, ya que cuando se separó de la puerta, rodeé su cintura con mi brazo derecho protectoramente y lo acerqué a mi cuerpo.

— Te dije que dejaras a tu Omega en paz.

— ¡Pero mamá!

— ¡Pero nada!, ¡Déjalo! — Yo solo bufé y solté a Tae de mala gana, cruzando mis brazos sobre mí pecho, frunciendo las cejas y haciendo un puchero.

— ¡No es justo!, ¡Es mi Omega!

— Ignoralo. Ven conmigo, cariño. — Mi madre me ignoró y le dedicó esas palabras a Taehyung, el cual hizo caso y fue con mi madre.

— ¡Taehyung!, ¿En serio vas a ir con ella? — Dije aún algo "molesto" a lo que él solo río y asintió, y yo solo volví a bufar como respuesta.

— Bueno, si no te importa quiero hablar contigo, Jungkook nos habla muchísimo de ti y nosotros ya teníamos muchas ganas de conocerte. — Habló en plural cuando un hombre rubio se posicionó a su lado y él supuso que aquel hombre es el padre de JungKook — En realidad cuando Jungkook hablaba sobre lo hermoso que eres, creí que exageraba pero ahora veo que no. Mi hijo tiene muy buenos gustos. — Mi madre sonrió orgullosa y mi hermoso Omega se sonrojó, le sonrió tímidamente y le susurró un "Gracias, señora Jeon". Yo al principio me sonrojé también por lo que dijo mi madre pero luego gruñí, pues solo yo podía hacer sonrojar a mi Omega...

— Oh, no cariño, no me llames señora me hace sentir vieja. Llámame HyunA. — le guiño el ojo. — Él es mi esposo HyoJong. — señaló al hombre rubio.

— Encantado de conocerte, me llamo HyoJong pero puedes decirme Dawn. — sonrió abrazando la cintura de su esposa.

— Encantado, me llamo Taehyung. Pueden decirme como gusten. — sonrió con más confianza.

Taehyung y mis padres se pasaron toda la tarde hablando, de hecho, cuando Félix llegó de su entrenamiento, se unió a la charla, ignorándome por supuesto. Lo único que lo recompensó fue que Tae y mi familia ahora se llevan muy bien. Ya me tocará a mí conocer a mis suegros.


















{Al día siguiente}
\\NARRA TAE//

Bien... Hoy volvía a la universidad después de un mes entero sin ir... Al menos tendría a Jungkook allí conmigo.

Salí de casa camino a la universidad, llegue más temprano de lo pensaba así que cuando vi a Jungkook fui corriendo hasta él.

— ¡Jungkook!

— Oh, ¿Pasó algo, mi amor? — Cuando llegué hasta él, le di un corto beso en los labios como saludo y ya comencé a hablar.

— Quería hablarte sobre el trabajo de Artes, ¿Podrías venir esta tarde a mi casa para hacerlo?

— Em... Sí, esta tarde estoy libre.

— Bien, pues esta tarde nos vemos, ¿Si?. Ten, te doy mi dirección. — Le di la dirección de mi casa — ¿A las 17:15h te viene bien?

— Perfecto, amor mío.

— Está bien, amor. Me voy que necesito hacer otras cosas, en el recreo nos vemos. — Le di un beso más largo que el primero como despedida y me marché a la librería, quería coger un libro de allí que necesitaría en clase de historia.













𝐄𝐥 𝐓𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐫𝐭𝐞𝐬 𝐏𝐥𝐚𝐬𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 -🄺🄾🄾🄺🅅-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora