Capítulo I
La chicaMINHO Y BEN ESTABAN PREPARANDO SUS cosas para poder ir de nuevo al laberinto. Ya era el pan de cada día. Los demás habitantes del área ya estaban despertando para hacer sus labores. Era un día como cualquier otro, nada fuera de lo común sucedía, al menos no ahora. Hoy llegaba otro nuevo habitante, algunos estaban entusiasmados y otros le daba igual.
El cielo estaba como de costumbre. La gente sembraba, corría, construía, curaba y conversaba. Alby se encontraba inspeccionando a los chicos para asegurarse de que todos hicieran su trabajo y ninguno estuviera de holgazán. Alby, un muchacho de tez oscura que era el líder del área.
—¿Cómo creen que será el nuevo novato? —preguntó Chuck a Newt, quien estaba sembrando algunas semillas.
—Probablemente un shank —respondió Gally, pues se había detenido a escuchar la conversación.
—¿A qué hora llegará? —cuestionó de nuevo el más pequeño de todos.
—No falta mucho, Chuck. Probablemente... ahora.
En eso se escuchó la alarma indicando que la caja estaba subiendo. La mayoría dejó de hacer lo que estaban haciendo y se acercaron a lugar en donde llegaba el nuevo y las proviciones. Alby junto a la ayuda de Newt abrieron la reja, pero rápidamente todos se sorprendieron.
—No hay nadie... —anunció el moreno mirando a los demás los cuales aún estaban sin palabras.
Las caras de los habitantes se llenaron de preguntas y respuestas poco creíbles. No entendían. Debía de haber alguien adentro.
—¿Cómo es posible eso? —pregunta Gally—, ¿cómo que no hay nadie?
—No pensaran que ya no subirá nadie, ¿o si? —comentó Chuck mirando a todos.
Inmediatamente todos empezaron a hablar sobre aquella situación haciendo un escándalo en el área.
—Oigan, oigan —Alby llamó la atención de los habitantes —, tranquilos. Mientras lleguen suministros está todo bien, ¿ok?
—¿Y si ya no llegan? —se oyó de un chico del fondo.
—Llegarán, ahora todos a sus deberes.
Alby, Gally y Newt comenzaron a sacar los suministros de la caja al igual que algunos animales que habían llegado.
Era impresionante para todos. Que no llegara nadie era algo nuevo, pero preocupante.Por otro, Minho y Ben aún recorrían el laberinto para así poder encontrar una salida. Muros altos y algo desgastados que no dejaban ver al otro lado. Sudaban y respiraban agitamente. Apesar de que estaban entrenados para llevar a cabo ésta tarea, no dejaban de lado que eran persona y como todos se agotaban luego de un tiempo. Uno de ellos se detuvo en seco, Ben, su respiración se había cortado.
—Minho —el mencionado paró de correr—, mira —el asiático miró confundido a su amigo.
Cuando prestó atención al lugar que le había señalado Ben, su respiración se fue.
—Es...
—Una chica —a completó Ben.
Minho se comenzó a acercar a la chica, la cual estaba en el suelo en posición fetal. Su larga cabellera rubia tapaba su rostro. Iba vestida con unos jeans negros y una camisa de tirantes morada. Parecía sin vida. El asiático se arrodilló, quitó el cabello del rostro de la chica y notó que tenía un golpe en su mejilla izquierda, además de unos cuantos rasguños en sus brazos que mostraban que alguien la había retenido con sus uñas. Colocó uno de sus dedos en la nariz de la rubia para confirmar si estaba viva o no. Lo estaba.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫: 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐫 𝐨 𝐌𝐨𝐫𝐢𝐫
Science Fiction𝐌𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥. 𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐩𝐫𝐢𝐦𝐢𝐫𝐦𝐞, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐦á𝐬 𝐡𝐢𝐫𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐦𝐞 𝐚𝐩𝐮ñ𝐚𝐥𝐚𝐧, 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢ó 𝐨𝐭�...