Capítulo VIII: Confesión

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Capítulo VIII
¿Confesión?

Iris Pov.

    MINHO ME HABÍA EXPLICADO QUE Thomas quería revisar al penitente para ver si podíamos encontrar algo que no hiciera de utilidad, así que, me pidió que fuera con ellos. También irían Sartén, Zart y Winston, nos reuniriamos en el bosque para pasar desapercibidos y así no generar más conflictos, sobre todo con Gally.
Después de reunirnos, comenzamos a ir a la entrada del laberinto. Corrimos hacía donde se supone que estaba el penitente. Lo vimos y ahí estaba, aplastado en medio de dos paredes.
Nos acercamos y pudimos ver como se veían sus extremidades y sus patas las cuales era mecánicas.

—Que asqueroso —musitó Zart.

—Estoy viendo algo —informó Thomas mirando al penitente.

—¿Además de puré de penitente? —habló Sartén.

Me acerqué un poco más y noté que si había algo.

—Hay algo, una luz que prende y apaga —aclaré. Minho nos miró y se acerca a la pared.

—Oye, oye, oye, ¿qué haces?

Minho ignoró el comentario y metió su brazo entre la pared, pues había un espacio considerable para que lo hiciera, pero una de las patas del penitente se movió haciendo que rápidamente se aleje.

—¿No dijiste que estaba muerto? —interrogó Sartén.

—¿Eso fue un reflejo? —preguntó Zart

—Eso espero —respondió Winston.

—Está muerto, lo más seguro es que si, además si estuviera vivo no podría salir de las paredes como si nada —hablé con tranquilidad.

Lo menos que necesitábamos era imponer miedo.

—Oigan, intentemos moverlo, ayúdenme —Thomas se acercó a la pared y con ambas manos toma una de las patas del penitente, los demás se unieron haciendo lo mismo que el, al principio nos costo trabajo pero después logramos sacar la pata de la pared.

Minho se acerca y toma la cosa que habíamos visto, era un órgano pero dentro de el tenía un aparato, era asqueroso pero teníamos que saber lo que era, insertó una de sus manos y sacó lo que tenía dentro, que era como un cilindro de metal, todos hicieron muecas de asco, incluyéndome.

—Oigan, ¿qué es eso?.

—Sea lo que sea, ¿por qué no lo llevamos al área? No me gustaría conocer a esos amigos.

—Cierto, se hace tarde.

—Si, picaron a Alby y a Ben en el día, nos puede pasar lo mismo —dije.

—Que optimista eres —me dijo Sartén.

Regresamos de nuevo al área y nos reunimos junto a Newt y a Gally. Thomas le entregó el cilindro a Newt.

—Encontramos esto, estaba dentro de un penitente —le explicó Thomas a Newt quien observaba en aparato.

—Son las misma letras que hay en las provisiones.

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫: 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐫 𝐨 𝐌𝐨𝐫𝐢𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora