Capítulo XI: Penitentes

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Capítulo XI
Penitentes

    EN ESO SE ESCUCHÓ UN FUERTE crujido, giramos hacía atrás pues se escuchó algo del otro lado. La puerta que daba al bosque se estaba comenzando a abrir, al igual que las otras 2 puertas que quedaban.

—Oye Chuck, quiero que vayas a la casa del consejo y bloquees todas la puertas —le indicó Thomas a Chuck.

—Winston ve con Chuck —le ordenó Newt a Winston.

—Seguro.

—Busca a los demás, diles que se oculten en el bosque, ¡ya! —ordenó Gally.

—Minho, busca todas las armas que encuentres, te veré en la casa —le dijo Thomas a Minho.

Miramos hacía atrás y algunos habitantes estaban corriendo. Inmediatamente se escuchó un gruñido dentro del laberinto, era un penitente, ya estaban aquí.

—Ya están aquí —enuncié flojamente.

—¡Todo el mundo escondanse! —gritó Thomas.

Todos le hicimos caso, corrimos para ocultarnos, fuimos directo hacía la hierba alta y nos agachamos, guardamos silencio y se alcanzaban a escuchar gritos y a los penitentes. De repente el grito de Zart los obligó a verlo, giramos la vista y un penitente se lo había llevado.

—¡Zart!

Corrimos de nuevo, salimos de la hierba y fuimos una parte del área, ahí nos encontramos con algunos, entre esos estaba Alby, quien era sostenido por Clint y Jeff.

—¿Qué ocurre? —preguntó Alby.

—Están aquí —dijo Thomas.

—¿Penitentes? —indagó Jeff. Yo asenti.

Atrás se escucharon un gritos, era un habitante que había sido atrapado por un penitente. Luego a lado vimos como uno era lanzado y después atrapado. Rápidamente comenzamos a correr en dirección a la casa del consejo, pero un penitente apareció justo frente a nosotros. Teresa tomó un frasco que tenía fuego y se lo lanzó al penitente para así que comenzara a quemarse, continuamos corriendo, pero el fuego no le había echo nada al penitente, este estaba detrás de nosotros, casi rozandonos. Alby había caído al suelo, Jeff y yo nos detuvimos para poder levantarlo, pero el penitente estaba frente a nosotros.

—Atrás de mí —Thomas se colocó delante de nosotros—, ¿qué esperas? —el penitente estaba a punto de aventarse pero alguien le había lanzado unos palos, eran Newt, Sartén y Minho.

Seguimos corriendo, Chuck estaba en la entrada de la casa, llegamos y entrados. Cerraron la puerta y guardamos silencio. La puerta comenzó hacer golpeada, cuando el penitente no la pudo abrir, comenzó a caminar por los alrededores. Una parte del penitente entró y quitó un palo que sostenía el techo, en eso todo se cayó al piso.

—¿Todos están bien? —cuestionó Newt acercándose a mi, me toma de la mano.

Thomas se acercó para ayudar a uno de los habitantes junto a Newt y yo pero se lo llevaron, volteamos hacia la derecha y uno de los tentáculos del penitente entró.

—¡Chuck! —grité al ver que lo iba a tomar.

Thomas, los demás y yo lo tomamos de la mano para evitar que se lo llevarán.

—Chuck, no te sueltes —ordenó el castaño.

—Obvio no —respondió el pequeño

Alby soltó un grito y con un machete comenzó a golpear el tentáculo, cuando lo partió, Chuck rápidamente me abrazo.

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫: 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐫 𝐨 𝐌𝐨𝐫𝐢𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora