Estrellas perdidas

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~ parte 8~

PDV ARIEL

Era tarde y quedaban pocas personas en el restaurante, Bolín y yo nos sentamos como de costumbre frente al escenario, nos encanta ver la banda tocar Jazz. Estoy segura que pueden reconocernos después de ser sus fans regulares. Bolín está emocionado porque se acercan las finales del torneo de Pro-control, desde que Korra dejó las fuerzas especiales, han estado entrenando casi todos los días. Lo que significa que veo a Mako casi todas las semanas y cuando no lo veo estoy pensando en el...

Bolín acercó su asiento un poco, supongo que va a decirme algo acerca del torneo, me vio a los ojos y dijo:

- ¿Ariel, puedo ser honesto? ya sé lo que está pasando. –

¿Y ahora que mosca le picó? Le contesté:

- Bolín, No entiendo. Creo que comer tantos fideos te esta causando estragos. –

Bolín se sonrió, miro hacia abajo y después soltó la carcajada sobreactuada mas chistosa que e visto. Pensé: Rayos, sabe que me gusta su hermano.
Me arrojó una mirada fastidiosa que confirmaba mi teoría. No tuve más remedio que confesarle:

- ¡No sé cuándo pasó esto, tenía planeado decirte, pero no sabía cómo! Mako y yo aún somos solo amigos. –

Sus ojos se abrieron y se tapó la boca en sorpresa, con su otra mano me señaló y gritó:

- ¡LO SABíA! ¡Ustedes se quieren y no son novios! ¡Nadie, escúchame, NADIE, puede engañar a Bolín!

PDV BOLÍN

Justo como lo sospeché, Ariel se sonrojó totalmente, y su bella carita confirmaba que yo tenía razón. Primero noté que Mako regularmente se quedaba viendo la ventana del departamento, cuya vista se dirige al anuncio gigante donde sale Ariel. Cuando los vi juntos noté que a Ariel tiene dificultad para recordar palabras, porqué está nerviosa. Y cuando Ariel acompaña a Korra a los entrenamientos, se quedan viéndose como tontos, caso cerrado. Bolín eres un genio.

La expresión de su rostro sonrojado cambió de sorpresa a preocupación. Le puse la mano sobre el hombro y al sonreírle le dije:

- Se que Mako está loco por ti y al verlos juntos... bueno, me da gusto que sean felices. -

Ella me abrazó y al oído me dijo:

- Bolín, eres único en tu tipo. –

Ariel se alejó para ver mi cara y aún sonrojada me miró fijamente, después me sonrió y repentinamente puso sus manos fuertemente sobre la mesa, me dijo:

- Te voy a dedicar una canción. –

PDV MAKO

La luz roja del anuncio del restaurante iluminaba la calle, llevo aquí varios minutos pensando si debería de entrar.

Entré y vi su mesa al fondo, dudo que puedan verme desde aquí. Bolín y Ariel estaban ahí, abrazándose, pero ¿qué? Me quedé mudo y di un paso atrás como si me hubiera aturdido la imagen de que tal vez esos dos están juntos como más que amigos. Pero, no... Conozco a Bolín y sé que ellos no se gustan...

Antes de poder terminar mi pensamiento Ariel se levantó y caminó hacia los músicos, habló con ellos unos minutos y empezó a sonar un Jazz suave. Totalmente desinhibida tomó el escenario y sus caderas se movieron al ritmo de la música. La luz tenue del escenario llenaba de tonos azules la atmósfera y su voz me alcanzó.

Nunca e tenido suerte en el amor, siempre pensando que cada relación es la buena y siempre terminando igual. Las cosas que al principio aman de mí, terminan siendo las razones por las cuales me dejan.

Estaba sonriendo sin control y cuando terminó la canción mis aplausos llamaron su atención, Bolín también volteo y al verme se sorprendió. Corrió hacia mi con una sonrisa de oreja a oreja, me tomó de los hombros y me dijo:

- Hermano, será mejor que no lo arruines. –

volteo su cabeza con Ariel, y le gritó desde donde estábamos:

- Ariel, me encantó. Ya me voy y luego me agradeces, nos vemos mañana temprano. –

Y así como si nada salió corriendo del restaurante... sin pagar su parte de la cuenta... Bolín, parece que ahora tu eres quien se encarga de mí.

Ahí estábamos los dos como si estuviéramos solos en el restaurante, parecía que Ariel buscaba palabras para decirme algo y se contenía. Por un momento una fuerza invisible nos inmovilizó, eran nuestras dudas, inseguridades y miedos. Ya no pude esconder mis ganas de estar con ella ni un momento más.

Me armé de valor y caminé directo hacia donde estaba Ariel empujando las sillas que se atravesaban en el paso. Mis intenciones eran claras al darse cuenta ella se acercó también a mí. El tiempo se detuvo a nuestro alrededor mientras yo alcanzaba con mis manos su rostro y ella el mío. Escuché como llamaba a mi nombre y sin pensarlo dos veces la besé. Todos somos estrellas perdidas, Ariel, te encontré por casualidad y ahora que estamos aquí, no puedo dejarte ir. En ese momento decidí que la protegería de todo mal, que trataría de hacerla feliz.

Cerramos nuestros ojos y nuestras frentes seguían juntas, cuando de pronto los músicos dejaron de tocar y una persona salió de la cocina corriendo con una radio. Poniéndole fin a nuestro momento escuchamos la voz de Amon que ensordeció el restaurante y su mensaje exigía que el consejo cerrara la arena pro-Control, cancelando el torneo y amenazando a los participantes si se negaban con "grandes consecuencias". Mi piel se erizó y voltee a ver la cara de Ariel, tan sorprendida como yo, con sus ojos bien abiertos. Nos quedamos en silencio viéndonos unos segundos, en shock. Ariel rompió el silencio:

- Mako ¿qué significa esto? tenemos que ir con los otros. –

Yo asentí con la cabeza y al verla, noté que ella estaba al borde del llanto, con sus ojos rojos. Puse mis manos sobre sus hombros y le dije:

- Tranquila, todo estará bien. –

Salimos hacia la arena donde, después de escuchar las noticias, nos esperaban Bolín, Korra y Asami.

~ final de parte 8~

El sueño de la maestra aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora