(romance) Lector X Mako
Eres la hija de Bumi. Ahora que Korra comienza su entrenamiento de aire control en ciudad republica debes dejar los sueños atras para cumplir tu destino junto al avatar.
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PDV KORRA
Estábamos todos reunidos en el gimnasio de la arena llevábamos horas discutiendo, Ariel y Asami estan en contra de Mako, Bolín y yo. Me levanté de mi asiento para decirles de frente:
- No podemos dejar que clausuren la Arena, tenemos que hablar con el consejo. -
Mako y Bolín asintieron con la cabeza y Asami aunque consternada se abstuvo de comentar. Ariel se levanto de su asiento y giro su cuerpo hacia mi para decirme:
- ¿Qué hay de las personas que estarán en la Arena? No todos pueden defenderse como un maestro. -
Mako se levantó también para decir:
- Hemos trabajado mucho para que un bravucón como Amon venga a obligarnos a clausurar el torneo, tenemos que hacerle frente a la situación. –
Ariel lo miro fijamente y su cara enrojecida se frunció al levantar su voz para decir:
- ¿No entiendes que no todo se trata del torneo?
Bolín se levantó de su lugar también con sus manos levantadas para calmar los ánimos, antes de poder decir nada, Mako también levantó la voz:
- No solo hablo del torneo, Amon se interpondrá en todo lo que no le parezca, el pro control solo es el principio. –
Ariel está furiosa... levantó su mano para apuntar a Mako mientras decía:
- ¡No pueden poner en riesgo a las personas de esa manera! -
Se dio la media vuelta y soltó una corriente de aire a la cara de Mako. Mientras salía del cuarto Asami la siguió y las dos se fueron. Ya habíamos discutido bastante, no pudieron hacernos cambiar de opinión, Mako, Bolín y yo estábamos decididos a ir al consejo lo antes posible.
PDV ASAMI
Nos subimos a mi sato móvil al salir de la Arena, Ariel esta muy enojada y no había dicho nada aún. Creo que es un error llevar a cabo el evento, pero estoy de acuerdo con Mako, si dejan que Amon decida que sucede en la ciudad le estas dando el control sobre ella.
Manejamos en silencio a mi casa y al estacionar el sato móvil Ariel me miró para decirme:
- Soy la peor maestra aire de la historia, tengo tantas ataduras terrenales que me es imposible tomar buenas decisiones. No puedo pensar claro con la compañía de baile en la ciudad, mis amigos y ahora Mako... -
Espera ¿Qué? Le conteste confundida:
- ¿Mako? ¿ustedes están juntos? –
Su cara se puso pálida, claramente, Ariel había hablado de más. No pude evitar soltar una carcajada.
PDV ARIEL
¿Que he dicho? Asami es exnovia de Mako, pero que tonta soy. Riéndose me contestó:
- Tranquila, Mako y yo terminamos en buenos términos... A decir verdad, conocí a alguien. -
Me sentí aliviada en suspiro le contesté:
- Eh sido muy insensible, lo siento tanto. Mako no es mi novio, bueno nos besamos hace unas horas, pero ni siquiera tuvimos tiempo de hablar y acabo de arrojarle aire a la cara. ¿Porque no mejor me arrollas con el sato móvil? -
Asami estaba sorprendida con lo que le dije y no paraba de reír al decir:
- Mako es un chico fuerte, soportará algo de aire en su cara. Ya tranquilízate, vamos adentro necesito relajarme y evidentemente tú también. -
Entramos a la mansión Sato y nos recibió su mayordomo que nos retiro los abrigos. Asami me guió a un cuarto de su casa que resultó ser un spa, nos colocamos sobre unos camastros lado a lado y ella pidió bebidas y bocadillos. Aproveché el momento para preguntarle:
- Así que, ¿conociste a alguien? ¿acaso conozco a esta persona? -
Asami se sonrojó y se quedó pensando que responderme.
- Todo el mundo cree que conoce a la persona que me gusta, pero siento que nadie sabe quién es en realidad. Por fuera da la impresión de que es muy fuerte, pero es muy inocente y frágil, no conoce lo mezquino que pueden ser el mundo. -
Sus palabras eran sinceras y pude sentir el dolor de su alma al decirlas. Su mirada ahora estaba divagando porque claramente estaba pensando en esa persona. Mire a Asami al decirle:
- ¿Y esa persona corresponde tus sentimientos? -
Ella no me volteó a ver para contestarme:
- El problema son todos los demás. –
Tomé la mano de Asami para que ella sintiera mi apoyo y ella recostó su cabeza en el camastro al dirigir su mirada hacia mí. Su mano sin fuerza estaba fría y de su rostro caía una lágrima. Se a quien se refiere, pero creo que es mejor esperar a que ella esté lista para decirme su nombre. Asami, por ahora solo puedo tomarte de la mano, mirarte a los ojos y quedarme contigo. Me esforcé para hacerle sentir que lo malo podía ser mejor y le contesté:
- Cada vez que sientas que no tienes fuerza, recuerda que puedes usar la mía. Yo voy a estar contigo Asami, para eso soy tu amiga.
Ambas nos abrazamos y Asami recostó su cabeza sobre mis piernas.