Las horas pasan, hoy tengo el día libre de la fábrica donde trabajo, la razón por la que alquilé ese cuarto cercano a ella, la única empresa que acepta a omegas como empleados, aunque nos toca la parte más pesada del área de corte y manufactura, pues a pesar de que nuestros cuerpos son pequeños y débiles nos hacen cargar enormes rollos de telas.
Una vez escuché que lo hacían para que si alguno de los omegas resultaba embarazado perdiera a su cachorro por el esfuerzo. Cruel, lo sé. Pero era el único lugar donde me aceptarían así que trato de hacer bien mi trabajo a pesar de los golpes en mi cuerpo y la resaca que cada mañana me hace vomitar hasta vaciar mi estómago.
A pesar del cansancio diario, debo decir que odio los días libres, pues es en ellos que no tengo en qué ocupar mi mente. Es en esos días que tus recuerdos llegan atropellando mi memoria.
Los besos, el amor en nuestra primera noche, años saliendo como novios. Kacchan, te conocí toda mi vida, nunca estuve listo para tu partida.
Fueron años juntos como pareja, mi madre murió feliz al verme a tu lado, al menos no puede ver la mierda que hago con mi vida ahora, tampoco la forma en que me abandonaste. Aún recuerdo la sonrisa en el rostro de tu madre cuando entre ella y tu padre me sacaron de tu casa... no tuviste la decencia de hablar conmigo, solo me enviaron lejos, nunca pude escuchar de tus labios un adiós, pero las fotografías que tu madre me mostró de tu hermosa amante destruyeron toda esperanza de que fuera un error.
"Tú fuiste un error en la vida de mi hijo, menos que escoria, él nunca debió unirse a un omega tan insignificante e ignorante como tú"
¿Cómo pude haber asistido a la preparatoria y universidad? Si solo éramos mi madre y yo, ambos omegas, contra el mundo lleno de personas como usted, Mitsuki-san.
¿Fui un error? ¡Que me lo diga él!
Pero su respuesta nunca llegó, así como él nunca me buscó, así fue como acepté mi destino, Kacchan, no, Katsuki Bakugo nunca me amó.
La noche me atrapó entre lágrimas y memorias, esos días fueron los peores de mi vida, de un matrimonio supuestamente perfecto pasé a ser el omega que sobraba en el hogar que habíamos formado con el amor de mi vida.
Solo... una noche más.
Me visto para la ocasión, pantalones apretados, una camisa traslúcida y mis labios de rojo, el collar que me ayuda a cubrir la marca que dolió por meses hasta borrarse dejando únicamente una horrible cicatriz. Mi bolso con lo necesario para dejarme llevar a donde sea, con quien sea... solo para olvidarlo.
—Rayos, me olvidé de Dabi— Sin más opción salí a buscar un taxi. Sabía que él ya se había marchado, ni siquiera salí a despedir al vecino que cuidó de mi durante los meses que llevo viviendo en ese cuarto, pero así era mejor, no quería llorar al ser abrazado de nuevo.
—¿A dónde lo llevo? — Preguntó el conductor pelinegro quien me veía con desaprobación por el retrovisor, quizás con asco cuando le sonreí por molestarlo aún más.
—Al bar de la diecinueve.
—Está bien— Ignoré de nuevo su mirada llena de desprecio, sé que me ven mal, solo porque soy un omega diferente, uno que ya no espera quedarse en casa a esperar a su alfa, cuidando a sus cachorros mientras él trabaja. Ese tipo de vida murió para mí el día que él me abandonó.
Las luces de los edificios me distraen de cualquier pensamiento que me lleve a él.
—Ya llegamos— Detiene el taxi justo enfrente del bar, al ver el taxímetro le doy el dinero para pagar.
—Toma chico, mi tarjeta, no importa la hora si necesitas que venga para llevarte a casa lo haré... cuídate— No sé porqué la recibí, pero al tomarla entre mis manos él me vio como si de verdad esperase que lo llamara.
—Gracias... Aizawa-San— Leí el nombre antes de guardarla en mi bolso, él sonrió extraño y se marchó. Esta vez, estaba solo en el bar, al entrar los amigos de Dabi me veían extrañados, aún así no se acercaron, supongo que el peliblanco fue bastante claro con ellos, siempre dijo que no dejaría que yo cayera en su mismo vicio... pero quizás el alivio que el sentía al inyectarse... no, ya tengo suficiente con mis problemas como para meterme en otro, mucho más costoso que mis adicciones.
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CAOS -Katsudeku-Omegaverse-
FanficSolo estoy aguantando por esta noche... ¿Cuándo dejé de soñar con una vida normal? ¿Cuándo dejé de valorarme? ¿Cuándo les permití usarme como juguete? Todas las preguntas me llevan a la misma respuesta, tú. Desde que tú me heriste, cerré mis ojos al...