El gran jefe [BL]

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064: La tragedia provocada por el Mooncake

Cuando Wang Cheng obtuvo su licencia de conducir, ya era a finales de septiembre. El equinoccio de otoño había pasado y solo quedaban dos días antes del Festival del Medio Otoño. El Festival del Medio Otoño era un feriado nacional, y él tenía tres días libres, por lo que regresó al apartamento.

Chu Yifeng salió temprano del trabajo porque tenía algo, pero dijo que volvería a tiempo para cenar, así que Wang Cheng preparó la cena para dos.

Tan pronto como la comida estuvo puesta en la mesa, la puerta del apartamento se abrió, y Chu Yifeng entró y dejó dos bolsas.

"Jefe, acaba de regresar, puede cambiarse de ropa y lavarse las manos antes de empezar a comer". Wang Cheng dijo, y volvió a la cocina.

Al salir de su habitación, Chu Yifeng había reemplazado su traje sin arrugas con ropa de casa gris claro y se sentó en una silla cerca de la mesa del comedor con un par de pantuflas debajo de sus pies. Después de la cena, cuando se sentaron en el sofá a ver las noticias y los asuntos de actualidad como de costumbre, Chu Yifeng le entregó las dos bolsas que le llevó a Wang Cheng.

"¿Esto es pastel de luna? ¿No lo ha emitido ya la compañía?" Wang Cheng tomó la bolsa. Con solo mirar la bolsa, se podía ver que había pasteles de luna en ella, pero Fan Qi ya les envió pasteles de luna esta tarde. Cheng Cheng también dijo que, según la caja, los pasteles de luna eran de una determinada marca y el precio no era bajo.

"Me lo dieron otros". Chu Yifeng rara vez celebraba el Festival del Medio Otoño. No le interesaban los pasteles de luna, que eran dulces y grasosos a primera vista. Hoy, quería rechazar los pasteles de luna enviados por otros, como en años anteriores. Pero después de ver el pastel de luna, lo aceptó.

Wang Cheng enarcó una ceja y dijo: "Si alguien se lo dio al jefe, el jefe debería quedárselo para él. ¿Qué debo hacer con él?".

"Yo nunca como pasteles de luna".

"Vaya, jefe, usted no es chino. El Festival del Medio Otoño es nuestro festival, ¿cómo no podemos comer pasteles de luna? Bastará con un bocado". Wang Cheng le dio una mirada dura.

"Soy de origen medio extranjero".

"No puedo verlo en absoluto". Wang Cheng se sorprendió. Cuando lo vio por primera vez, sintió que los rasgos faciales de Chu Yifeng eran un poco profundos, a diferencia de la suavidad de los chinos, pero no esperaba que fuera a este respecto. Su cabello era negro, aunque amarillo pardusco, un poco más cercano al dorado; supuso que estaba teñido. Este año, los jóvenes que se tiñeron el cabello de varios tonos y colores de negro se podían ver por toda la calle, por lo que lo dio por hecho.

Chu Yifeng no explicó mucho.

Wang Cheng se recuperó y luego aceptó con calma dos cajas de pasteles de luna. "Oh, sí, jefe, ¿vas a casa para el Festival del Medio Otoño?"

"Probablemente." Chu Yifeng no estaba seguro de esto. Ya había previsto que definitivamente lo llamarían de regreso a casa durante el festival de este año. En años anteriores, estuvo en el extranjero, por lo que esa gente no pudo hacer nada al respecto.

"Me iré a casa pasado mañana, y cuando regrese, les traeré algunas especialidades locales. Hay muchas frutas esta temporada. Les traeré algunas naturales ..."

A medida que pasaba el tiempo, la luna apareció silenciosamente.

Al día siguiente, Wang Cheng y Chu Yifeng comenzaron a empacar después de comer el desayuno que compraron en el mercado matutino. Esta vez trajeron muchas cosas. La empresa y Chu Yifeng dieron tres cajas, cada una de las cuales no era pequeña, y él planeaba ir al supermercado y comprar algunas otras cosas. Solo parecía haber más elementos cuando pensaba en ello. Sonó el teléfono celular que llevaba en el bolsillo y Wang Cheng se sintió como un electricista.