El gran jefe [BL]

92

092: noviembre

El horario de la cita fue durante la tarde del día siguiente y el lugar de reunión fue la casa del intermediario. La otra parte estaba realmente ansiosa, como dijo el intermediario, y trajo toda la información con él. Su amigo les dijo que a la casa de Wang Cheng no le faltaba dinero ahora y que podían pagarlo todo a la vez, por lo que el precio era más alto que el precio que dijo ayer el amigo de Papa Wang, que era un poco más bajo.

Esa tienda no estaba ubicada en la mejor parte del mercado de Chengping, pero no estaba tan mal. Lo que realmente hizo que Wang Cheng decidiera comprarlo fue que la idea del vendedor de la tienda cuando compraba una tienda era similar a la suya: que si las personas que la dirigían eran una familia, ocasionalmente podían ir a Chengping para quedarse, por lo que había un patio. detrás de la tienda, que era bastante espaciosa.

Después de hablar, fueron directamente a Chengping para ver la tienda.

Wang Cheng y Papa Wang estaban más que satisfechos con la tienda. No les preocupaba que la persona los enfrentara. Aquellos a quienes Papa Wang podía considerar amigos eran de buen carácter.

El segundo día después de firmar el contrato, Papa Wang encontró una camioneta de segunda mano. Como era un conocido, gastó solo la mitad del precio original. El día de la compra, trasladaron todas las herramientas de casa a la tienda. La tienda había estado cerrada por más de dos meses, por lo que el interior estaba muy sucio. Wang Cheng tardó más de medio día en limpiarlo.

Al cuarto día, el gerente Xu lo llamó y le dijo que el comprador que había contactado ya estaba allí. Esa mañana, Wang Cheng cambió al camión y llevó el tercer lote de mermeladas a la fábrica de empaque. El camión estaba en marcha manual y él se había acostumbrado a la automática, por lo que Wang Cheng, naturalmente, había sido un poco más lento porque era incómodo. Afortunadamente, acordaron reunirse por la tarde, de lo contrario, llegaría tarde.

"Hermano Wang, ¿por qué entregó los productos usted mismo? Hágamelo saber y dejaré pasar al maestro en la fábrica". El gerente Xu vio a Wang Cheng bajar del camión y se dio cuenta de que era suyo. Aunque era de segunda mano, no se atrevió a despreciar a Wang Cheng.

"¿Cómo me atrevo a molestar al maestro en la fábrica? Quería venir aquí de todos modos". Wang Cheng dijo que mientras abría la puerta trasera, no había mucho atasco adentro. Mama Wang y su tía mayor estaban ocupadas con otras cosas recientemente, había muchos castaños y espinos.

Dos trabajadores trasladaron la mermelada a la fábrica, mientras el propio Wang Cheng sacaba del coche las dos bolsas grandes, que eran castañas y espino.

"Estas castañas y espinos se ven bien". La fábrica de envases estaba destinada principalmente al procesamiento de alimentos. El gerente Xu había visto mucho y sabía mucho. Podía verlo de un vistazo y estaba aún más satisfecho.

"Todos son silvestres, cultivados de forma natural y no han sido rociados con pesticidas. Si la artesanía es buena, las castañas fritas estarán deliciosas y la mayor parte del espino no es agrio. El gerente Xu puede probarlo". Dijo Wang Cheng. Sacó una bolsa de castañas que había sido frita por la propia Mama Wang. El sabor era muy fragante y a los niños de Guan's Village les encantaba comerlo.

El gerente Xu probó algunos con cortesía y dijo con una expresión de sorpresa e inesperada: "Esta castaña es realmente fragante y tiene buen sabor".

"Tenemos grandes montañas y agua, y las castañas que se producen son naturalmente deliciosas. Si al gerente Xu le gusta, puede llevarse un poco más a casa para comerlo".

El gerente Xu tenía otra idea en mente. Le pidió a Wang Cheng que esperara un rato y luego salió a contactar a su jefe. El jefe de la fábrica de envases tardó unos diez minutos en llegar. Boss Xie tenía cuarenta y tantos como Manager Xu, pero el primero era un poco más joven que el segundo y no tenía barriga cervecera. Era alto y fuerte. Wang Cheng habló con él unos momentos antes de enterarse de que era norteño. No es de extrañar que hablara con tanta cordialidad.