Llamando a papá

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Había pasado un día hermoso en la tribu de mujeres. Y comprobado una vez más, que la imagen muchas veces nos hace fallar en la percepción que tenemos de las personas, de la primera impresión.

Las mujeres kanatitas se veían muy hostiles, pero la realidad era otra. Se habían comportado con ella de una manera muy amable, cálida.

—¿Ya tienes sueño, mi amor? —pronunció en un tono suave, besando la frente de la niña—. Primero llamemos a tu papá, y luego duermes, mi amorcito —sonrió.

Había sido un día largo para ambas, y Helena finalmente regresaba al hotel con su bebé. Se acostó con la niña a su lado, y realizó una vídeo llamada a Gellyan.

"—Hele."

—Hola, mira a quien tengo aquí a punto de dormirse —sonrió enfocando a la niña.

"—Sofi, hola hijita —sonrió mirando a la pequeña rubia, que se estaba chupando el puñito—. ¿Ya quieres dormir?"

La escuchó quejarse, antes de dar un gritito agudo, haciendo reír a Helena y Gellyan. Sí, definitivamente se estaba poniendo fastidiosa.

—Dame un segundo —rio la castaña, dejando el celular sobre la cama para acomodar a la bebé a su lado y darle el pecho—. Ahora sí ¿Cómo estás? ¿Tomaste tus medicamentos a tiempo?

"—Estoy bien, dentro de lo que se puede, extrañándolas mucho. Y sí, Delia me dio todo a tiempo —sonrió."

—¿Te preparó lo que te dejé en la lista, verdad?

"—Sí, hizo exactamente eso, aunque no estaba tan rica como tu comida."

—Claro, claro, dile eso a alguien que cocine bien —rio, negando con la cabeza.

"—¿En dónde se encuentran? ¿A dónde fueron de vacaciones?"

—Bueno, vinimos a un lugar muy especial.

"—¿A dónde?"

—Vinimos a Kanat'ma, quería que tu familia conociera a Sofi, y ella también a ellos.

"—¿Q-Qué? ¿Cómo que Kanat'ma?"

—No te preocupes, estamos bien —sonrió—. Conocimos la tribu de mujeres, y fueron realmente muy amables con nosotras. Y tu mamá es un amor, fue muy paciente en resolver mis dudas.

"—¿Por qué fuiste allí sola? —le preguntó en un tono bajo, preocupado."

—Quería que conocieran a Sofía, y hablar con ellas.

"—¿C-Con ellas?"

—Ajá, con tu mamá y Meefya.

Al decir aquello, Gellyan miró hacia abajo, afligido.

—Cuando regrese a casa, nosotros hablaremos mejor sobre este tema.

"—No puedo esperar tanto tiempo ¿Qué es lo que quieres saber? Estoy solo ahora, podemos hablar?"

—¿Cómo que solo? Se suponía que la enfermera se iba a quedar contigo todo el tiempo.

"—Le dije que no hacía falta, que volviera mañana a las siete."

—Gellyan, tú no puedes estar solo. ¿Cuándo fue la última vez que comiste? ¿Y sí necesitas ir al baño? No puede ser que me vaya y no pueda estar tranquila —pronunció molesta.

"—Hele, no soy un niño, y gracias al cielo no estoy cuadripléjico, puedo manejarme solo hasta mañana."

Lo miró y no dijo nada.

"—¿De qué querías hablar conmigo?"

—No es algo que debamos hablar por vídeo llamada, tiene que ser en persona.

"—Desde hacía más de veinte años, no me sentía tan conectado a mi lado animal hasta que regresé a Kanat'ma. Fueron muchas emociones juntas, que no supe manejar. Y volver a ver a Meefya, me generó muchas cosas."

—Sé que ella es tu umi'et, y que de seguro también la amas, como ella-

"—No, no es amor, Hele —la interrumpió, luciendo afligido—. Nuestro caso no se trata de amor, fue atracción sexual, sólo eso. Cuando la veía, cuando estaba con ella, lo único que quería era tener sexo con ella, nada más. Y no porque yo así lo quisiera, sino porque sentía que así debía ser, que tenía pasar eso."

—Si sabías que sentías una atracción tan fuerte por ella ¿Por qué la seguiste viendo?

"—No podía controlar eso que sentía. Era como una necesidad inmensurable de tenerla cerca, de poder sentir su aroma. Pero, después de haberlo hecho... Yo me sentí muy mal, muy culpable. Fue como si todo ese éxtasis que había sentido durante esos días, se hubiese esfumado después de tener sexo."

—Pasaste el celo con ella, cumpliste con tu rol en el apareamiento.

"—Yo te amo a ti —le dijo con lágrimas en los ojos—. Y entiendo que no puedas perdonarme, ni entenderlo, porque se supone que si alguien te ama, jamás haría algo así con otra persona. Pero te amo de verdad, Helena —pronunció angustiado, en un tono ahogado—. S-Si yo no te amara, me hubiese quedado en Kanat'ma. En Kanat'ma tengo a mi familia, un hogar, trabajo asegurado y una vida digna. Pero nada de eso me importó, ni me importa, si no puedo estar cerca de ustedes. Renuncio a todo por ti y nuestra hija, Hele."

—Te dije que quería estar a-allí para hablar —murmuró la castaña secándose las lágrimas de los ojos, inútilmente.

"—F-Fue lindo v-volver a ver a mi mamá, conocer a mis h-hermanos, pero no quiero volver a Kanat'ma. No quiero sentir que puedo volver a fallarte, porque no es a-algo que yo pueda controlar. Me quiero quedar aquí, contigo, con Sofi, porque... Porque ustedes son mi familia —sollozó—. Y yo las amo tanto, que puedo soportar esto y mucho más, si tengo la certeza de seguir viéndolas."

...

Regalo de NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora