(Contiene Feederism, si no te gusta, te recomiendo no leer).
Sam y Erika han sido amigos desde hace unos años, se conocen muy bien y tienen una gran confianza el uno del otro, pero ambos tienen un pequeño secreto sobre su amistad, algo que el otro n...
Esta historia narra la vida de dos adolescentes, Samuel y Erika, quienes se conocieron desde niños y desde entonces han comenzado a forjar una relación bastante especial el uno con el otro.
Poco a poco ellos conocerán mas acerca del otro, y vivirán experiencias que harán que sus vidas se unan mas y sus cuerpos ganen un par de kilos.
Aunque no todo será color de rosa, pues tendrán que superar algunos obstáculos antes de tener su vida sonada, y tal vez conociendo amigos en el camino
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Sam
Conocí a Erika cuando tenía 12 años, era nueva en la escuela donde yo cursaba: Era bastante linda y aparentemente calmada, además de que su físico me parecía bastante atractivo: Su cara tan linda y serena, tenía cabello algo largo, lacio y castaño , su cuerpo bien "dotado" para su edad y algunos rollitos en su estómago que se marcaban en su uniforme escolar lo que la hacia ver tan suave, y podía explicar su cuerpo dotado.
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Ella se sentó lejos de mi la primera clase, pero estaba decidido a hablarle cuando se presentara la primera oportunidad. Verán, yo realmente era lo que se puede llamar un "perdedor". No tenía casi ningún amigo verdadero y me la pasaba solo casi todo el tiempo de escuela.
Realmente esto no me molestaba, pero si quería tener a alguien con quien poder compartir mi amistad, y la llegada de una nueva estudiante era una buena ocasión. Ahora que lo pienso. tal vez me vi como un acosador, pues la miraba todo el día, intentando reunir el valor para hablarle antes de que otra persona lo hiciera más difícil. Lo intentaba durante los recesos, pero al verla sentada tan bonita con su estómago marcado en su ropa, o apretando los botones... Simplemente renunciaba a la oportunidad.
Esto siguió por otros tres días más, hasta que llegó el Viernes. Esa tarde no se porque fue exactamente pero reuní valor y me decidí, le hablaría sin duda.
Caminé hacia donde ella se encontraba antes de salir después de clases, y la saludé. No pensé que ella se convertiría en mi mejor amiga desde ese día.