Epílogo

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Cuatro años después.

- Vamos pequeño gigante, sonríe. –Le dedique una enorme sonrisa, pero ni siquiera eso lograba animarle.

- ¡No! –Gritó. Volteo dándome la espalda mientras cruzaba sus brazos y hacía una mueca demostrando lo molesto que se encontraba. – Dijiste que subí de peso.

- Claro que no -Lo abracé colocando mi cabeza en su hombro. – Pero pronto lucirás igual a una ballena.

Mi último comentario dejó que mi estómago ganará un buen golpe. Casi perdí el aliento, sujeté mi área afectada mientras tosía y curvaba levemente mi cuerpo. Su preocupación le hizo acercarse y una vez que lo hizo, lo atraje hacia mí rodeándolo en mis brazos.

- Cada día que pase te verás aún más hermoso –Besé su frente aun sin soltarle, segundos más tarde imitó mi gesto rodeándome con sus pequeños brazos.

- ¡Muy bien chicos, la sesión acabó! –La voz del director de fotografía nos sacó de nuestro mundo.

Habíamos olvidado por completo que nos encontrábamos en una sesión de fotos para la boda. Si, nuestra boda, la celebraríamos en unas semanas y debíamos acabar con todos los pendientes.

Luego de que el director nos asegurara que mostraría cada foto incluida la captura del golpe que recibí, nos despedimos del buen hombre y nos dirigimos a la compañía casi sin perder más tiempo, debíamos encontrarnos con el padre de YuGyeom. Y tal como dijo, a su padre no le agradaba que le hicieran esperar.

La reunión no acabó como esperábamos. Habíamos mantenido la vaga ilusión que dejaría atrás no solo el enfado con mi pequeño por haber abandonado su compañía, creímos que también su molestia había desaparecido al conocer que estábamos comprometidos y que estábamos a punto de casarnos. Nada de lo que su hijo hizo en los últimos años fue de su agrado. Luego de saber que trabajaba como mi secretario apareció frente a nosotros con la intención de llevárselo, pero no logró su objetivo. YuGy no se iría tan fácilmente y tampoco le dejaría marchar.

La angustia recorrió el rostro de YuGyeom cuando su padre partió a la mitad la invitación que con tanto cuidado conservó. Antes de retirarse de la oficina lo observó duramente, de su boca solo salieron palabras frías, palabras que ni siquiera mi padre hubiera sido capaz de dedicarme.

Para él había dejado de ser su primogénito y esto era causado por su compromiso conmigo, el hijo de la competencia. No hubo mucho más que pudiéramos decir, la decisión de no asistir a la boda y de ignorarlo por completo ya había sido tomada. Tuve que reprimir mis ganas de golpearle, por mucho que quisiera hacerlo aún continuaba siendo su padre y no deseaba causar más tensión de la que ya existía.

El día que creímos sería bueno, acabó por convertirse en desconsuelo para YuGyeom, a quién acabaron por romperle el pequeño anhelo de una reconciliación con alguien que dijo llamarse padre alguna vez.

- ¿La reunión con aquel hombre no acabó bien? –Preguntó mientras tenía una taza de café cargado y tomaba asiento frente a mí.

- No, fue aún peor de lo que imaginamos –Le di un pequeño sorbo al café– YuGyeom no se sintió bien después de eso y lo llevé a casa

- Bueno, me sentiría de la misma manera si mi padre usara palabras tan crueles. –Respondió.

Le había platicado de la desastrosa reunión, JiMin entendió como se sentía YuGyeom, pero no había nada más que pudiéramos hacer, intentamos todo en los últimos años y continuaba negándose a nuestra relación. Acabamos por desistir, pero sabía que en el fondo YuGyeom mantenía una diminuta ilusión que su padre cambiaría, quizás en algunos años, pero esperaba que no fuera tarde.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2020 ⏰

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La vida después de la muerte [Yugkook] (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora