La vida después de la muerte [Yugkook] (Adaptación)

Capítulo 30

Pov YuGyeom:

Me quedé junto a Jungkook toda la noche,intentando que abriera sus ojos, pero no importaba cuantas veces lo llamara o cuantas veces quisiera tocarlo, mis manos solo atravesaban su cuerpo que aún yacía sobre el suelo de la sala. Cuanto hacía era inútil, nada podía despertarlo y llegue a pensar que su tiempo se había acabado, pero sabía que aún faltaban días.

Entonces, ¿Por qué no reacciona?

Si bien recordaba, dijo que no le era necesario dormir o comer, solo recolectar las almas que necesitaba.

¿Había algo más?, ¿Deje pasar algo importante?, o más bien, ¿Existía algo que no llegó a decirme?

Tantas preguntas rondaban mi mente, sacudí mi cabello de manera desesperada por entender; necesitaba una explicación, pero nadie podía brindarla y la única persona que tenía las respuestas se encontraba descansando ante mis ojos.

Pase la noche junto a él, con la vaga creencia que despertaría si me quedaba a su lado; me acomodé cerca con mi corazón escapándose de mi cuerpo y las lágrimas acumulándose entre mis ojos, de esa manera me quedé dormido.

Día 29:

Dejé escapar el aire que retenía y moví mis dedos por unos segundos tratando de controlar los nervios que querían controlarme.

Me encontraba frente a la oficina de Namjoon,había faltado el día anterior y no respondí sus insistentes llamadas, no deseaba verle, pero sabía que tarde o temprano debía volver a este lugar.Tragué el nudo que se formó en mi garganta mientras cerraba mis ojos, inhalando también el último aire antes de tocar la puerta y adentrarme. No la cerré del todo, honestamente sentía desconfianza y no estaba en mis planes permanecer nuevamente encerrado en la misma habitación con la persona que intentó llegar a otro nivel conmigo, cuando ni siquiera se lo había permitido.

- Al fin apareces. –Habló primero. Se recargo sobre la silla, quedando uno frente al otro y con la suerte de contar con su escritorio evitando la cercanía.- ¿No crees que deberías avisar si piensas ausentarte?

No respondí. Me acerqué hasta su escritorio y dejé sobre este un sobre blanco con una clara y prolija letra que expresaba mi renuncia. Enarcó una ceja y tomó en sus manos la carta, ni siquiera se molestó en abrirla simplemente decidió partir aquel papel por la mitad para luego dejarlo sobre el escritorio, curvando sus labios en una encantadora sonrisa que sin duda podía hipnotizar a cualquier persona.

Imaginé que adoptaría la postura de un niño caprichoso, obligándose a no perder su juguete favorito pero tal posición no lograría hacerme cambiar de parecer. Suspiré luego de ver su acción y comencé a hurgar en mi bolso hasta hallar otra carta, supuse que debía estar preparado si algo como lo que sucedió segundos antes llegaba a pasar.

- ¿Qué crees que haces? –Preguntó luego de ver como sacaba la segunda carta.

- Renunciar, creo que es lo obvio. –Solté sin destapar alguna emoción.

No iba a permitir que volviera a verme vulnerable o con algún otro rastro de sensibilidad, solo le mostraría mi lado más distante y apático.

- ¿Por qué? –Bufé ante su pregunta. Claro que sabía la razón, pero él solo quería que una explicación saliera de mi boca, lo cual no iba a pasar.

- Los dos sabemos el por qué Namjoon. –Comenzaba a ser un fastidio, pero intentaba no demostrarlo.– Y si no quieres firmar entonces se lo pediré al Ceo.

- ¡Espera! –Oí la silla ser desplazada. Luego sentí su mano sujetar mi brazo al momento que giré para marcharme.

Me estremecí temeroso, quise pretender que no llegó a provocar algún tipo de emoción, pero no podía ocultarlo. Había llegado a sobresaltarme y quizás él lo notó ya que apartó su mano rápidamente, o tal vez fue mi ceño fruncido lo que provocó que desistiera de su agarre.