La vida después de la muerte [Yugkook] (Adaptación)

Capítulo 20

- Si aceptas salir con él, dejaras de ser mi mediador.

Aquellos ojos me observaban esta vez más abiertos que nunca luego de escucharme hablar, sus labios entreabiertos me dejaban apreciar que la sorpresa de mis palabras lo dejaron sin habla, sin poder articular una respuesta.

- ¿YuGyeom? –Lo nombró confuso- ¿Te sientes bien? –Llevó su mirada hacia donde él mantenía la suya, aun viéndome, claro que JiMin no era capaz de verme y en su lugar solo pudo observar nada- ¿YuGyeom?

Solo asintió levemente dando como señal que lo oía atentamente. Por mi parte solo giré sobre mis talones y comencé a caminar directo a la salida de la recepción y de la compañía misma.

<< ¿Qué diablos me pasa?, ni siquiera estoy seguro si está permitido cambiar de mediador o que él deje de serlo. >>

Al salir del edificio de alguna manera llegué a enojarme conmigo mismo, no sabía porque actuaba de esta manera, porque dije lo que dije hace instantes.

Sacudí mi cabello con frustración y lancé un grito al cielo, daba igual lo que hiciera, nadie podía verme. Me dejé caer sobre el frío suelo, recargándome mi espalda sobre el vidrio del edificio, suspiré pesadamente y deje caer mi cabeza, flexionando mis piernas y dejando mis brazos sobre mis rodillas. En aquella posición cualquier persona pensaría que estaba acabado, y lo estaba, si no lograba entender y controlar mis sentimientos, sería difícil continuar con esta tarea.

Así fue como pase las últimas horas que quedaron de trabajo, no volví a entrar ya que mi orgullo lo impedía y estaba casi seguro de que discutiría nuevamente con Gyeom y quería evitarlo, suficiente tuve con lo sucedido esta mañana.

- Me veo tan miserable. -Un punzante dolor se presentó en mi cabeza, cerré los ojos fuertemente e intenté en vano pensar en cualquier cosa con tal de disminuir o no pensar en lo que me torturaba en este momento.

- ¿Jungkook? –La voz de YuGyeom se escuchaba demasiada cerca de mí- ¿Te sientes bien?

Su pequeño hilo de voz fue todo lo que necesité para saber lo preocupado que estaba por mí, recogí la poca fuerza de voluntad que me quedaba y levanté mi rostro en un intento de sonreír para calmarlo y hacerle ver que todo estaba perfecto, aunque fuera lo contrario. Luego de asegurarle que me encontraba bien me levanté del suelo y comenzamos a poner en marcha nuestros pies rumbo al hospital. El camino fue silencioso, no tenía fuerzas para abrir mi boca y estaba seguro de que por su parte no estaba muy seguro si debía hablar o era mejor callar.

Ya pasaban de las 5 de la tarde y el sol poco a poco empezaba a ocultarse, supuse que mi nana no se encontraría en el hospital en estos momentos, sabía que mi padre regresaría a casa pronto y debía encargarse de las compras y la cena.

Por suerte el horario de visita no terminaba aun, algo que nos alegró ya que estaba un poco ansioso de ver las condiciones de mi cuerpo, aunque claramente sabía que mi nana no se descuidaría de ello.

- Hola cuerpo de Jungkook. –Dijo. Caminó hacia la mesada que se encontraba cerca de la cama para quitar las marchitas flores que había en el jarrón y cambiarlas por otras que compró en el camino.

- Me veo bien. –Caminé hacia el otro lado de la cama y me senté sobre una silla que encontré vacía, YuGyeom imitó mi gesto al sentarse en otra silla, quedando de este modo enfrentados.

Observé detenidamente mi cuerpo que aun yacía sobre la cama, incapaz de mover un solo musculo. Mi cabello estaba algo alborotado, mi piel lucia más descolorida de lo habitual, manos impecables y un nuevo pijama traído directamente de casa, todo mi cuerpo estaba en buen estado incluso mi rostro lucia de alguna manera apacible aunque mi alma estuviera fuera.