Día 1:
- ¿Quién eres?, ¿Cómo entraste? –Preguntó con temor. Al parecer mi teoría de que se trataba de un chico para nada rudo era cierta.
- Me llamo Jungkook. – Sonreí pícaro– Entre por la noche cuando... -Mis palabras fueron interrumpidas cuando lo observé levantarse de un solo salto y ponerse de pie frente a mí.
- ¡No te acerques! –Tomó la pequeña lámpara que se encontraba en su mesa de noche mientras me apuntaba con esta en mi dirección.
- ¿Vas a golpearme con eso? –Hablé. – Hazlo y veamos que sucede.
Me acerqué lentamente mientras que ese chico retrocedía, con cada paso en reversa que dio no pudo evitar quedar atrapado entre la pared y mi cuerpo, la sonrisa traviesa que se había formado en mis labios no se iba con facilidad.
La distancia entre nosotros se redujo, abrí mi boca para hablar, pero antes de eso él intento en vano golpearme el rostro con su lámpara, sus ojos se abrieron inmensamente, parpadeó un momento y volvió a golpearme, pero era inútil, sus golpes solo me traspasaban, su rostro palideció, su boca se abrió por la gran sorpresa y luego, solo se desmayó.
Estaba tendido en el suelo y yo no podía hacer algo para ayudar, la única opción que tenía era hablarle hasta que despertara y finalmente lo hizo.
- Hasta que al fin despiertas. –Dije.
Todavía no había rastro de color en su rostro, su miedo se había incrementado. Había pensado que jugarle una broma sería divertido, pero después de ver su expresión de terror me arrepentí de haberlo hecho.
- Tranquilo, no te haré daño. –Intenté sonar lo más convincente posible.– Déjame que te explique.
- Vete. –Dijo aún con su espanto. Se levantó y rápidamente caminó encerrándose en su baño, en ese pequeño trayecto pude ver como se tambaleaba al caminar.
- Te dije que no te lastimaré, abre. –Me acerqué a la puerta y esperé. – Soy inofensivo, ¡Lo juro!
Por más que intentara no podía hacer que saliera de allí, comenzaba a desesperarme ya que los minutos que perdía intentando calmar su estado de ánimo y hacer que no me temería eran demasiado preciados para mí, no podía darme el lujo de perder segundos, minutos, horas o días.
- De verdad, no puedo lastimarte porque necesito tu ayuda.
- ¡Rezaré por ti! – Contestó. Suspiré, esto cada vez me frustraba.
– No necesito que reces por mí, no estoy muerto, aún.
Su respuesta fue obvia, "Eres un fantasma" fue lo que escuche, no sabía que más podía hacer. Necesitaba que me ayudara, necesitaba recolectar las almas rápido o no llegaría a cumplir el plazo establecido.
- Solo sal de ahí de una vez, te puedo explicar todo. –No obtuve respuesta de su parte, en ese momento algo paso por mi mente. – Yo... soy quien te salvo de esos sujetos que querían hacerte daño.
Esperé por un momento más, escuché el seguro de la puerta, lentamente fue abriéndose mientras que asomaba su rostro, me observó detenidamente frunciendo su ceño, luego salió del baño.
Su mirada sorprendida, estaba seguro que me recordó, me veía de pies a cabeza, intento articular palabras, pero nada salía de su boca.
Nos dirigimos a su sala, lo espere de pie frente al sofá mientras que él se preparo café y se sentó cómodamente, tal vez sabía que sería una larga historia la que iba a contar.
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La vida después de la muerte [Yugkook] (Adaptación)
CasualeSinopsis: Siempre tuve presente que algún día moriría, pero honestamente, jamás había pensado que ese día llegaría tan pronto, aún tenía tantas cosas que quería hacer, tantos planes, pero mi hora había llegado y no pude hacer algo para evitarlo. - ¿...