La vida después de la muerte [Yugkook] (Adaptación)

Capítulo 24

- ¿Qué haces aquí? –Preguntó desconcertado.

- ¿Así es como saludas a tu prometida? –Obtuvo como respuesta.

Repentinamente detuve mis pasos luego de escuchar la palabra "prometida", mis ojos buscaban contacto desesperadamente con los de él, pero era inútil, en estos momentos su mirada era únicamente dirigida hacia aquella persona.

- Eunha, ¿Por qué estás aquí?

- Fui invitada. –Respondió de manera relajada, mientras tomaba en su mano una copa de fino vino que un mayordomo le había ofrecido. – Estoy aquí por negocios, no por ti.

Pude ver como todo el cuerpo de YuGyeom se relajó, dejando escapar un audible suspiro en señal de que no había otras intenciones por parte de aquella chica.

Al escuchar su nombre, la palabra "prometida" regresaba a mi mente y junto con ella, el claro recuerdo de la noche en la que su padre visito la casa, y el momento en que YuGyeom hablo sobre aquella persona.

<< No recuerdo bien su nombre, pero suelen llamarla Eunha. >>

Solo un pequeño fragmente de la anterior conversación que mantuvimos revoloteaba por mi cabeza. Caminé hasta quedar frente a él, quien clavo sus ojos sobre mí, pero rápidamente los aparto, evitando mi mirada, por otro lado, Eunha esperaba pacientemente otra copa de vino.

- Tu padre me dijo que ahora trabajas para la compañía Jeon. –Quebró el incómodo silencio que se formó.

- No es tu problema. –Respondió frío.

- Lo sé. –Agradeció cuando le trajeron su tan ansiada copa– Me quedaré unos días.

- ¿Qué?

- Tengo negocios que atender. –Dio algunos pasos hasta acortar un poco la distancia que había entre ellos– Solo son negocios, no te preocupes no vengo por ti. Ya desistí.

Una sonrisa de amargura se formó en ella, acaricio unos segundos la mejilla de YuGyeom para luego depositarle un casto beso otra vez y marcharse mientras saludaba a otras personas de la fiesta.

No supe exactamente que expresión se formaba en su rostro, quizás era sorpresa, parpadeo varias veces y lentamente sus ojos buscaron los míos, no tardó mucho en encontrarlos.

- ¿Él era tu prometida? –Me acerqué molesto mientras YuGyeom intentaba sacarse el maquillaje rojizo de su rostro causa del labial de aquella chica– Eunha, ¿Cierto?

- Yo... Jungkook... -Fallidamente intento dar explicaciones, y ciertamente quería escuchar lo que tenía para decir.

Quería preguntarle los sentimientos que tuvo al reencontrarse otra vez, deseaba escuchar que no había simpatía alguna por aquella chica, pero no tenía derecho a preguntar, ni siquiera a reclamar y de mala gana debía mantener en mi interior los celos, ya que en primer lugar él no era mi novio, y en segundo lugar, no podía saber con exactitud si en lo que verdad sentía era amor o simplemente era apego y gratitud hacia la persona que me ayudaba a sellar las almas.

Desafortunadamente sus explicaciones fueron interrumpidas por otra persona que se acercaba.

- Kim YuGyeom, es bueno verlo otra vez. –El señor Kang se acercó, tomó su mano la agitó suavemente en un apretón y luego dejó un casi beso en sus mejillas como un acto de cordialidad.

<< ¿Acaso todos los presentes van a estar así? >>

- Señor Kang. –Habló alegre– Fue gracias a usted que estoy aquí. Gracias.