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Alex sabía que discutir no era nada bueno para su salud, por lo que cuando sentía ímpetu y mucho enojo prefería desahogarse en silencio en el baño hasta que su pareja ya se hubiera quedado dormida. 

Nada era tan fácil y sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar ese problema.

Pero él no sabía que eso iba a pasar tan pronto.


...

Parecía un día común para Alejandro. Su trabajo era demasiado flexible por lo que en ese día a las cuatro de la tarde ya se encontraba libre. 

Tocaron la puerta, ¿Quién podía ser a esa hora? No recordaba haber pedido algo para ese día. Se acercó a la entrada y observó por la mirilla, viéndolo a él fuera de esta.

— ¡Fargan!- pronunció emocionado cuando abrió la puerta, casi saltando en frente de su pareja para poder abrazarlo- ¿Qué haces aquí tan temprano? Me hubieras avisado para prepararte algo.

Pero David no compartía la misma emoción que él.

— Hola Alex...- respondió, apartándose un poco del menor- eh, nosotros... debemos hablar

Con esas tres palabras, Alejandro sintió como todo su mundo se venía abajo.

— ¿Hablar? 

— Si. Hay algo que no te he dicho en todo este tiempo y creo que ya es hora de hacerlo.

"Se fuerte Alejandro, tú puedes enfrentarlo y solucionarlo" se repetía el menor mientras aguantaba las lágrimas, imaginándose que es lo que se iba a venir.

Verás, yo he estado saliendo con alguien más...

[Entonces era cierto.]

...y quiero lo más sano para nuestra relación...

[No Fargan, no te atrevas a decirlo.]

...no quiero tener malentendidos contigo, ¿Sí?...

[No. No podía estar pasando eso.]

...yo con ella, nosotros queremos tener una relación más formal...

["Nosotros". Esa palabra ya no significaba David y él.]

...por eso te he traído...

[...]

...los papeles de divorcio.

Alex sentía que cada palabra que pronunciaba el mayor era una apuñalada por la espalda. Estaba escuchándolo con la mirada clavada en el piso, no quería verle el rostro; ya no podía resistirlo, lágrimas a mares salían de sus ojos mientras la falta de aire y desesperación estaba empezando a hacer de las suyas.

— ¡P-pero yo aún te quiero!- respondio el pelinegro, poniendo sus manos sobre la mesa y levantándose rápidamente.

— Yo a ti ya no, Alesby...- a pesar de todo, se notaba que David estaba muy apenado por la situación.

— ¡¿Qué hice mal?! ¿Qué te ha dado ella que no te he dado yo?

— El problema no eres tú... Solo que yo ya no siento lo mismo de antes y no quiero continuar con esto- confesó el mayor.

— ¿¡Te he dado todo lo que haz querido durante todos estos años para esto!? No pienso firmar esos papeles- con algo de desprecio, le arranchó los papeles para luego romperlo en dos.

— Alex, tranquilízate- dijo el mayor, pero estaba pidiendo algo imposible

— ¿Cómo? ¿Cómo quieres que esté tranquilo?

— Creo... que es mejor que yo me vaya, volveré mañana cuando estés más tranquilo- pronunció el mayor casi como un susurro. Sin pensarlo dos veces, salió rápidamente de aquella casa.

Grave error.


Apenas escuchó el sonido de la puerta, Alex no pudo evitar lamentarse más. Empezó a tirar algunas cosas al piso, entre ellas un pequeño cuadro que tenía una foto de ellos dos. No podía con eso, se agarró la cabeza, tratando de ignorar esas voces de su cabeza que en otra época lo atormentaron.

"tú no eres suficiente"

"de seguro encontró a alguien mejor"

"al fin se dio cuenta que no debía perder su tiempo contigo"


Él había perdido la noción del tiempo; la luna ya se encontraba en lo alto del cielo, iluminando por la gran ventana todo el desastre que había dentro.

Alex sintió una pequeña punzada cerca al estómago, que fue lo que le hizo encogerse en el suelo.

No pudo levantarse, por lo que se quedó ahí dormido.





~

no sé qué decir aquí,

si alguna vez han leído apego(luzuplay)esta historia es algo parecida, pero no es lo mismo, esta va a tener un final muy distinto 

hipofrenia; fargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora