🎋 VIII 🎋

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El día para Bravo fue algo monótono, exceptuando la cita que tuvo con Amidala por la tarde. Aquella sesión no duró tanto a comparación de otras que había tenido, pero lo entendía. El aumento de sesiones había hecho también que estas se pudieran reducir un poco cada día.

La chica le dejó unos cuantos folletos que tendría que revisar más tarde, y también le entregó una lista de actividades que debía cumplir, para que pueda relajarse y distraerse un poco.

En la anterioridad, él trató de hacerle caso a la chica en todo lo que le decía, puesto que lo único que quería era mejorar. Pero siempre hay días en los que uno no puede ni consigo mismo, y ese era uno de ellos.

Luego de que ella se hubiera ido, Alex se acercó a la radio que estaba en la cocina, poniendo una emisora que pasaba música de los 80'. 

Y como de costumbre, empezó a ordenar un poco las cosas para que cuando Fargan llegara, no pudiera notar que alguien estuvo ahí. 

*

En todo ese tiempo, el aburrimiento lo estaba matando, y a su mente no se le ocurrió mejor cosa que acercarse a la vitrina y agarrar un par de botellas de las que se encontraban ahí, exactamente un vino y un tequila. Unos cuántos minutos después, llevaba una copa llena en la mano, que tomaba a grandes sorbos.

El poco hábito de tomar hizo que no midiera bien lo que consumía, no sabía si era el alcohol que lo estaba embriagando lo que lo hizo actuar, pero una idea apareció en su mente.

¿Y si intentaba reconquistar a Fargan ya no con palabras, sino con acciones?

Aquellas acciones con solo pensarlas, le provocaron una gran vergüenza, tapándose el rostro para que nadie lo viera, aunque se encontrara solo en ese momento.

Podía sonar como una idea descabellada y algo guarra, pero en aquel momento, mientras más lo pensaba, más se convencía de que era la mejor opción que podía tomar. 

Jamás se hubiera imaginado en esa situación después del trato, hasta pensar en lo que podría suceder lo hacía sentir nervioso. Alejandro tomó el valor de vestirse con ropa "atrevida", que mostraba algo más de piel, y sabía que insinuaría más cosas en la mente del mayor, con eso podía hacer caerlo en sus brazos.

*

Da Ya Think I'm Sexy? sonaba cuando ya estaba listo, la música daba un ambiente a la sala, donde ahora se encontraba el menor. La noche ya había caído, y una luz tenue que venía del exterior era lo único que iluminaba en aquel hogar.

"If you really need me just reach out and touch me ♬"

Y como si fuera su discoteca personal, luego de beber un gran trago de vino, comenzó a bailar él solo en medio de la gran sala.

— Come on honey, tell me so!

Aquello lo tranquilizaba un poco, su estado de ánimo había pasado por varias etapas en esa velada, y a ese punto, se encontraba en la de "olvidar sus penas con alcohol".

Algunos recuerdos volvieron a su cabeza. Recordaba cuando eran un poco más jovenes, algunos años atrás, cuando todo era perfecto.

"If you want my body and you think I'm sexy, come on sugar let me know ♬"

Pero lamentaba pensar que, era posible que ese tipo de salidas no volvieran a suceder nunca más.

En aquel punto, sentía que su cabeza daba vueltas y que sus pies le fallaban, intentaba caminar pero sus pasos eran torpes, tal como un niño que apenas aprendía a caminar.

hipofrenia; fargexbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora